Carta a las Iglesias AÑO XXI, Nº474, 16-31 de mayo de 2001
EDITORIAL: Los problemas verdaderos de la Iglesia
EDITORIAL: IN MEMORIAM John Joseph Moakley, +28 de mayo, 2001-06-12
REALIDAD NACIONAL: El segundo año de gobierno de Francisco Flores
REALIDAD NACIONAL: Increible corrupción
IGLESIA: Pocas novedades en el consistorio de Roma
IGLESIA SALVADOREÑA: A la memoria de Fabián Amaya
COMENTARIO: Mons. Rosa critica al gobierno en Washington
MAQUILAS: La vergüenza de la maquila
REFLEXIONES: América Latina 2001-06-12
DOCUMENTACIÓN: Marchas por la paz (II)
En este número de Carta a las Iglesias podrá ver el lector una reseña del Consistorio de cardenales celebrado en Roma. En el Consistorio se hizo inocultable un grave problema eclesial. La "colegialidad", es decir, la comunión real de los creyentes, la "democracia fraterna", es problema muy grave, que no sólo no ha sido resuelto sino que se ha agravado en los últimos años. De ahí las críticas al centralismo romano, el autoritarismo y verticalismo de la autoridad, que excluye eficazmente a las iglesias locales y al pueblo de Dios, es decir, a los cristianos y cristianas reales.
Ojalá las críticas dentro del Sínodo ayuden a resolver ese problema. Pero el Consistorio refleja otro problema, quizás más grave. El lector podrá ver en este mismo número una reseña de foros sociales, en porto Alegre y Barcelona, que protestan contra la realidad actual de nuestro mundo, cruel, injusta, hecha por prepotentes, codiciosos hasta el escándalo y encubridores, y proponen otro mundo alternativo. Pues bien, no parece que el Consistorio esté muy afectado por esos nuevos movimientos
%"los nuevos misioneros", los llama el Padre Ibisate con su natural buen humor. Y eso es un signo de algo más importante.No se puede negar que de Roma, en concreto de Juan Pablo II, provienen muchas palabras, a veces muy buenas, sobre el pecado de nuestro mundo. Pero no se ve mucha voluntad política, voluntad eclesial, digamos, para hacer reales esas palabras. La Iglesia como un todo, que es lo que representa su jerarquía, no da la impresión de querer comprometerse absolutamente en serio
%como lo hizo su fundador% con la inmensa tragedia de nuestro mundo. No da la impresión de querer correr riesgos serios por revertir una historia de muerte, injusticia y mentira, en una historia de vida, justicia y verdad. Y donde no se corren riesgos, no hay mucha voluntad de compromiso. Y tampoco hay mucha credibilidad ante la gente.Hubo y sigue habiendo, en Africa sobre todo, mártires. Pero no se hace de ellos algo central en la generalidad de la Iglesia. La "Iglesia electrónica", la que se fomenta y se aplaude, la que se expresa en televisores y radios, habla de muchísimas cosas alrededor de la liturgia, apariciones de la Virgen, viajes del Papa, pero no habla de los pueblos pobres y víctimas, y ni siquiera habla de los mártires cristianos, los que más se han parecido a su fundador, Jesús de Nazaret.
Hubo un tiempo en que las cosas no eran así. La Iglesia, al menos en América Latina, estaba muy interesada en los movimientos populares, de denuncia y protesta, de liberación y utopías. Estaba dentro de ellos y también
%desde el evangelio% los iluminaba y criticaba. Mons. Romero hubiese mencionado, con interés, con gusto, con esperanza, lo que ocurrió en Porto Alegre. Y no hubiese pensado que dejaba de ser pastor y evangelizador. Hubiese visto "buena noticia", "pascua de los pueblos", en esos movimientos. Desde el Evangelio los hubiese potenciado. Y ciertamente hubiese ofrecido siempre la liberación de Dios y de su Cristo como lo que ayuda a humanizar las liberaciones humanas y como aquello en que se planifican éstas. Pero no hubiese sido ajeno a la realidad de nuestro mundo, la del Banco Mundial, por una parte, y la de Porto Alegre, por otra. Lo que pasa es que no es lo mismo anunciar a Dios y a Cristo desde fuera, que es lo que ahora ocurre en general, que desde dentro, que es lo que ocurría en Medellín, con don Helder Camara, con Monseñor Romero.Hay que volver atrás, por mucho que eso suene a blasfemia a los de la globalización de hoy y a los defensores de nuevos paradigmas (que sí los hay). Hay que revertir la tendencia a la espiritualización e infantilización en la evangelización y volver a la antigua concientización (desde la fe y desde los saberes humanos) para superar el letargo que se impone a los cristianos. Hay que volver al compromiso para superar la reducción del cristianismo a todo lo que sea sanación, milagros, apariciones, es decir, la reducción al "yo".
¿Hay peligros en esto? Desde luego no hay ni que mencionar que la politización de la fe no es hoy el peligro de la Iglesia. El peligro es lo contrario. Terminamos como empezamos. Deseamos una Iglesia más colegial, pero sobre todo una Iglesia más real, más en medio del pecado y de la gracia del mundo de hoy: la economía que mata y los pobres y solidarios que buscan la vida.
Con inmensa tristeza nos enteramos de la muerte del congresista John Joseph Moakley, quien luchó tenazmente y durante mucho tiempo contra la pobreza y la injusticia, y fue un defensor de la democracia y la paz.
Como salvadoreños, siempre le estaremos agradecidos por el importante papel jugado y por su valiente insistencia en la búsqueda de la verdad en nuestro país. Asimismo, le estaremos muy agradecidos por haber ayudado a los refugiados salvadoreños a encontrar protección legal para poder permanecer en Estados Unidos. La contribución de Joseph Moakley al proceso de paz en El Salvador será también recordada eternamente.
Como Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas", le recordaremos por el interés que puso en esclarecer la verdad sobre el asesinato de nuestros seis hermanos jesuitas y sus dos colaboradoras, así como por su valentía al denunciar la complicidad del gobierno y del ejército salvadoreños en estos abominables hechos.
Siempre recordaremos su presencia en las celebraciones de los aniversarios de nuestros mártires. En esas ocasiones, sus palabras fueron invariablemente las de un hombre solidario, lleno de compasión y fiel a su fe cristiana. De esa manera ayudó a la Universidad a mantener su compromiso con los pobres con una profunda inspiración cristiana.
Estamos convencidos de que Joseph Moakley vivirá para siempre en los corazones de los pobres y en los de aquellos que han dedicado su vida a la causa de los más necesitados. Nos atrevemos a afirmar que ahora está con Dios y que, desde allí, nos bendice.
San Salvador, 1º de junio de 2001, en el día de su funeral.
* * *
He trabajado por cerrar la Escuela Militar de las Américas. Todos conocen el horror y dolor que experimenté con la muerte de nuestros amigos jesuitas y, por lo tanto, se pueden imaginar mi reacción al saber que 19 de los 26 militares implicados en el crimen fueron entrenados en esa Escuela. Creo que la política de Estados Unidos es errónea y que debe cambiar.
A mis queridos amigos, los seis jesuitas, y a su fiel asistente e hija, cuyas trágicas muertes recordamos esta semana, extiendo mi más profundo agradecimiento y respeto por su compromiso firme por crear una vida digna para todos los salvadoreños. Sé que allá arriba, en un mejor lugar, nos están escuchando eta noche.
12 de noviembre, 1999
El 1 de junio la administración Flores cumple su segundo año de gestión. Es difícil saber lo que esos dos años han aportado de positivo a la mayoría de salvadoreños. Las encuestas hablan, más bien, de aumento en el desempleo, la pobreza y la delincuencia. La gran mayoría de salvadoreños dice no sentirse beneficiada por las acciones del gobierno de Flores. Buena parte de ésta sigue pensando en la emigración, principalmente hacia Estados Unidos. El pesimismo sobre el futuro económico del país sigue su curso y los salvadoreños se muestran cada vez más desencantados con la política.
El año pasado, luego de dar una mala calificación al presidente, la población deseaba que cambiara de rumbo en la conducción del país, una nueva orientación, tanto de la economía como de la política. Entonces se hablaba de la necesidad de una apuesta por la concertación.
Hoy hay que preguntarse hasta qué punto la gestión del presidente Flores ha respondido a las inquietudes del año pasado y si ha aportado algún alivio a la mayoría de la población. De las encuestas se puede concluir que la situación del país está más grave. Dicho de otro modo, el segundo año de gestión del gobierno arenero no aportó ninguna mejoría en la vida de la población. Y, sin embargo, según el discurso gubernamental, el TLC, la dolarización, el IVA a los granos básicos y medicinas, los incentivos a los sectores cafetaleros, todo ello debería ser suficiente para resolver la crisis económica. Pero en la realidad, las decisiones de los técnicos de Casa Presidencial siguen chocando con la realidad nacional.
Los terremotos de enero y febrero tuvieron un impacto serio en los sectores más pobres del país, pero incluso antes de los terremotos la pobreza era alarmante. La conclusión es que la agudización del desempleo, la marginalidad y la pobreza tienen mucho que ver con el modelo económico de ARENA.
Siendo así las cosas, la diferencia en la evaluación del presidente por parte de los salvadoreños, respecto del año pasado, sólo se explica por un cambio de estrategia en la política de comunicación de Casa Presidencial. La nueva coyuntura de crisis dejada por los terremotos ofreció el escenario propicio para que pudieran cambiar la imagen de un presidente ausente y desconectado de la realidad del país de la que hablaban los salvadoreños en su evaluación del desempeño presidencial del año pasado. Los estrategas de la oficina de comunicaciones del gobierno, al calor de los terremotos, han sabido vender la imagen de un presidente cercano y paternal que escucha y entiende el dolor de los salvadoreños. Esa es la razón por la que se valoró este año positivamente el desempeño presidencial, mientras se reprobó sus políticas económicas y su conducción del país.
A finales de mayo el presidente Flores reorganizó su gabinete, pero lo importante son sus dos prioridades: creación de una imagen positiva entre los salvadoreños y cumplimiento de sus compromisos económicos (comerciales y financieros). Por lo que toca a lo primero, tras muchos esfuerzos de sus asesores, todo parece indicar que las cosas están mejorando. Por lo que toca a lo segundo, Flores no tiene más remedio que confiar en lo que puedan hacer sus ministros de Hacienda y Economía.
¿Y la precariedad en la que viven los damnificados por los dos terremotos? ¿Y la situación de pobreza y marginalidad que cada vez se profundizan más y condenan a miles de salvadoreños a la miseria más asfixiante? ¿Y los incrementos de precios, el alza en la canasta básica, los bajos salarios y el desempleo? Hasta ahora, nada indica que estos problemas sean prioridad para el gobierno. Al contrario, todo indica que la economía es la gran prioridad, sobre todo porque, pese al triunfalismo gubernamental, las cosas no marchan bien en ese rubro.
En efecto, durante el año 2000 El Salvador experimentó una de las tasas de crecimiento más bajas de los últimos 7 u 8 años (2.4%), lo cual no debería sorprender considerando que las tasas de crecimiento vienen decayendo prácticamente desde el último trimestre de 1995. Lo que sí llama la atención es que el gobierno de Flores se haya propuesto ejecutar varias medidas tendientes a reactivar la producción agropecuaria que han fracasado rotundamente: aplicación del IVA a productos de la canasta básica y créditos blandos para la producción cafetalera. Paradójicamente, en el 2000 el sector agropecuario decreció en -0.8%, lo cual refleja no solamente la larga crisis de rentabilidad del sector, sino también que las medidas adoptadas por el Presidente Flores no tuvieron el efecto deseado, aunque sí se tradujeron en un incremento en los precios de productos agropecuarios, y hasta de los medicamentos.
Sin lugar a dudas, el comportamiento del agro durante el 2000 compromete al gobierno de Flores y en especial al ramo de agricultura y ganadería. Por si fuera poco, aparece un inadecuado manejo del viejo conflicto comercial con Honduras debido a la comercialización de productos avícolas y lácteos, en la cual el Ministro de la cartera señalada tuvo que aceptar la presencia de influenza aviar en el país y, con ello, revelar los deplorables controles sanitarios existentes. El futuro no es nada halagüeño.
CIDAI
La corrupción campea en El Salvador. Para muestra un botón. Más de 11.000 quitales donados por el Gobierno japonés en beneficio de los agricultores de El Salvador se han evaporado del Banco de Desarrollo Agropecuario. Un Banco, que al igual que varias dependencias estatales, ha sido un nido de corrupción permanente. El caso además muestra los niveles a los que ha llegado esta plaga. Los funcionarios del Banco se dieron cuenta del robo, o al menos lo denunciaron, cuando agricultores que habían comprado el abono donado se presentaron a las bodegas para recogerlo. No había nada. 11.000 quintales esfumados sin que nadie se hubiera dado cuenta. Y al Fiscal general sólo se le ocurre decir que sospechan que sin el apoyo de administrativos no se hubiera podido hacer el robo.
El anterior Director de este mismo Banco está siendo interrogado por faltantes de cerca de 300 millones de colones. Y en la Corte de Cuentas, el gran ente fiscalizador, se le pierden, o se le roban documentos que probaban los malos manejos de fondos en la administración anterior de dicho Banco. ¿Complicidad? Para nadie es un secreto que la Corte de Cuentas ha estado regida más por políticos poco escrupulosos que por profesionales o por personalidades de raigambre y estilo ético.
La situación es vergonzosa y es un eslabón más dentro de toda una historia de escándalos y de hechos en los que el modo de proceder no tiene nada que ver con una moral pública.
José María Tojeira
Del 21 al 24 de mayo se celebró en Roma un consistorio de cardenales bajo la presidencia de Juan Pablo II. Publicamos una breve crónica y algunas reacciones. La información la hemos tomado, en lo sustancial, de la crónica que Antonio Pelayo escribió para la revista
Vida Nueva, del 2 de junio.
Breve crónica
Lunes 21, de mayo. A las nueve de la mañana iba a dar comienzo la primera sesión del Consistorio. Los cardenales fueron llegando en el minibús colectivo, a pie, o en una gama muy variada de modelos de automóvil entre los que predominaban las buenas marcas y las grandes cilindradas (parece superado el período en que se impuso una cierta austeridad en la jerarquía eclesiástica).
Juan Pablo II llegó poco antes de las nueve en su "Mercedes SCV 1" y fue uno de los pocos que se dirigió hacia las cámaras de televisión para que los fotógrafos pudieran trabajar dignamente. Después del rezo de la "Hora tertia", el cardenal Bernardin Gantin, introdujo los trabajos con un saludo. Juan Pablo II respondió con un breve y genérico discurso. Después, en un cuarto de hora el cardenal Roger Etchegaray resumió con sabiduría el itinerario del Año Santo, y reservó para el final la perla escondida del aspecto social del Jubileo. Dijo: "El Papa va aún más lejos y pide a la Iglesia ‘el testimonio de la pobreza cristiana’, pasar de una Iglesia para los pobres a una Iglesia completamente pobre. Tocamos aquí, tal vez, la cuestión más provocadora, la más urgente para la evangelización del nuevo milenio. Sólo una Iglesia pobre puede convertirse en una Iglesia misionera y sólo una Iglesia misionera puede exigir una Iglesia pobre". El cardenal Sepe, ex secretario general del Gran Jubileo, aclaró que con las "ganancias" del Jubileo se construirá en Roma un centro para discapacitados. El cardenal Lustiger hizo una introducción a los "siete temas propuestos para este consistorio". "Es el de siempre, dijo, inspirado en el Evangelio y en la Tradición viva".
Martes 22 y miércoles 23. Los cardenales pudieron intervenir cinco minutos como máximo cada uno. La mañana del miércoles se reunieron en "círculos menores" (tres de lengua castellana, dos ingleses, franceses e italianos). En la tarde el arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval, presentó la relación final de las conclusiones.
Jueves 24 de mayo. Juan Pablo II presidió en la Basílica de San Pedro la misa de clausura, rodeado por ciento sesenta cardenales. Estaba también el Cuerpo Diplomático y algunos millares de fieles. La homilía papal no se salió de los esquemas habituales, pero el papa sí tuvo interés en subrayar que "la Iglesia se encuentra hoy frente a retos enormes que ponen a prueba la confianza y el entusiasmo de los evangelizadores. Y no se trata sólo de problemas "cuantitativos", debido al hecho de que los cristianos representan una minoría mientras el proceso de secularización continúa horadando la tradición cristiana incluso de países de antigua evangelización. Problemas aún más graves se derivan de un cambio general del horizonte cultural, dominado por la primacía de las ciencias experimentales inspiradas por criterios de epistemología científica".
El Pontífice enumeró a continuación algunos problemas más concretos, como la globalización que no facilita el discernimiento y una síntesis madura de los innumerables mensajes que llegan al individuo y los interrogantes morales en campos como la bioética, la justicia social, la institución conyugal y familiar. Sobre todos ellos, dijo, el consistorio había hecho "análisis profundos" y había propuesto "soluciones meditadas".
El Mensaje final del Consistorio no brilló por su originalidad y profundidad. Después de las generalidades de los tres primeros apartados, el cuarto propone a toda la Iglesia "un renovado impulso misionero" cuya "condición, fuerza y fruto" es la comunión, la unidad de los discípulos de Cristo.
En un mundo pesadamente marcado por los desgarros y los conflictos y en una Iglesia que lleva las heridas de las divisiones, sentimos más fuerte el deber de cultivar la espiritualidad de la comunión: ya sea dentro de las comunidades cristianas, ya en el proseguir con caridad, verdad y confianza el camino ecuménico y del diálogo interreligioso, siguiendo el ejemplar impulso que nos viene del Santo Padre... La comunión empuja a la Iglesia a ser solidaria con la humanidad, particularmente en el actual contexto de la globalización con la creciente multitud de pobres, de personas que sufren, de todos cuantos son golpeados en sus sacrosantos derechos a la vida, al trabajo, a la cultura, a la participación social, a la libertad religiosa.
El mensaje menciona a los pueblos que sufren "a causa de las tensiones y de las guerras" y cita dos casos muy concretos y muy urgentes: África ("a la que va la solidaridad de toda la Iglesia") y la Tierra de Jesús, "donde la situación se ha agravado últimamente y donde ya se ha derramado demasiada sangre".
Temas de interés
Colegialidad versus centralismo romano. En el aula y, sobre todo, en los círculos menores un grupo de cardenales de un amplio espectro habían urgido la necesidad de dar al gobierno de la Iglesia una dimensión más colegial, una participación más activa del episcopado, hoy descompensada por el intervencionismo de la curia romana. Esto se formulaba de muy diversas maneras.
Algunos pedían una reforma del funcionamiento de la institución sinodal, de modo que responda a la intuición de Pablo VI cuando la reintrodujo en la Iglesia latina como expresión de la colegialidad episcopal. El cardenal Danneels, primado de Malinas-Bruselas, en unas declaraciones al "Corriere della Sera" afirmó que "el Sínodo tal como está organizado no favorece el desarrollo de una auténtica cultura del diálogo dentro del colegio episcopal reunido en torno al Papa. En el aula sinodal no se desarrolla una verdadera discusión". El cardenal francés Paul Poupard insistía en que "se podría dar a los sínodos una organización más eficaz ya sea en el modo de programar el debate sobre cuestiones determinadas ya para llegar a conclusiones más breves, más precisas y concretas". Incluso algunos ex miembros de la curia romana, como el cardenal Achile Silvestrini, reconocen que "hay que afrontar la cuestión de la comunión en las relaciones jerárquicas dentro de la Iglesia, y por lo tanto, la colegialidad es una necesidad ineludible".
Otros, aun añadiendo matices, estaban de acuerdo con lo declarado por el cardenal brasileño Aloisio Lorscheider en las páginas de "La Croix". "El Papa es prisionero de los círculos que están a su alrededor y que le apartan de la base. Juan Pablo II ha hecho muchos esfuerzos por cambiar las cosas, pero no creo que lo haya conseguido. Ha abierto el camino, pero a su sucesor le corresponderá liberarse de una cierta organización demasiado eclesiástica y no suficientemente eclesial".
¿Un Vaticano III? No se generalizó un frente a favor de la convocatoria de un Concilio Vaticano III que no pocos, como el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, desearían, aunque reconocen que los tiempos no están maduros. Joseph Ratzinger fue más intransigente: "eso no sucederá mientras yo viva". El mismo cardenal Martini, que en el anterior Sínodo de Obispos dejó entreabierta la puerta de sus sueños a fórmulas más completas de colegialidad, esta vez se limitó a pedir una sesión sinodal consagrada a la Palabra de Dios.
Diccionario sobre sexualidad. Se anunció que el Pontificio Consejo para la Familia que preside el cardenal Alfonso López Trujillo ha encomendado a cincuenta expertos internacionales (ya cabe imaginar con qué criterios han sido seleccionados) para que publiquen un diccionario sobre la sexualidad humana desde el punto de vista católico.
Credibilidad de la Iglesia. El cardenal boliviano Julio Terrazas sostuvo que "la fe de la familia en la Iglesia es capaz de cambiar la sociedad. Pero hay mucha gente que no cree más porque no tiene esperanzas en el papel de la Iglesia, por lo que en su organización familiar encontrará las esperanzas para superar la ausencia de Dios y de la justicia, tema fuerte en América Latina".
"Que la Iglesia reencuentre la humildad al lado de los pobres". El cardenal Teodore Mc Carrick tituló así su intervención, de la que entresacamos dos párrafos importantes:
No podemos ser fieles a Cristo si no nos preocupamos de los pobres. No podemos anunciar el Evangelio si no vemos en el Evangelio, en la buena nueva de nuestra salvación, los dos elementos que el Santo Padre pone juntos de manera tan increible y clara. En nuestra fidelidad a la enseñanza del Señor y en nuestra voluntad de poner en práctica esa enseñanza en el cuidado de los pobres y necesitados, de los pequeños y de los hambrientos, se anuncia y se comprende lo que realmente somos.
Esta doble prueba de nuestra fidelidad alcanza su máxima importancia en el nuevo contexto de la globalización que se está desarrollando en nuestra sociedad. La globalización puede ser descrita de muchas maneras, y de cómo se la describa depende el juicio sobre sus valores o peligros. Si la globalización significa fundamenalmente hacer más accesibles los progresos científicos, médicos, económicos y sociológicos de nuestra sociedad para todas las naciones y para todas las personas, entonces representa una bendición. Pero persiste el problema de que la globalización pueda llevar todos estos progresos en definitiva sólo a una minoría, sólo a los ricos, sólo a las naciones que están grandemente desarrolladas, sólo a aquellos que pueden comprar y usar estas nuevas conquistas. Si ésta es la definición, entonces la globalización aumentará dramáticamente el abismo entre ricos y pobres. Dividirá el mudo como nunca ha estado dividido. Aumentarán los que son pobres, y el número de los que no están en capacidad de participar aumentará de forma espantosa.
"Los pasillos". Hablemos por último de los famosos "pasillos" de este consistorio. Negar que los ha habido es un simplismo; esperar que se reconozca públicamente, lo es aún mayor. Digamos que han sido moderados, pero que la Curia, o quizá más propiamente la Secretaría de Estado, no ha perdido su tiempo y ha hecho llegar a quien corresponda mensajes suficientemente claros sobre quiénes son los hombres a quiénes hay que promover y quiénes, por el contrario, no deben salir de la penumbra. "Sólo hay que ver la lista de quienes han intervenido en el aula y cómo han sido recibidas sus intervenciones para darse cuenta de qué valores están en alza y quiénes figuran a la baja", me confesó un cardenal, (y no precisamente de los más jóvenes).
* * *
Malas relaciones con los medios de comunicación
La queja es general. La comunicación del consistorio con el exterior ha sido pésima, lo cual no supone sólo un problema de medios y tecnología, sino de eclesialidad. Lo que Pío XII llamó "opinión pública en la Iglesia" fue gravemente dificultada, y peor es pretender cubrir las apariencias con algunos comunicados y conferencias de prensa. Al director de la Sala de Prensa de la Santa Sede se le atribuye esta frase que él no ha desmentido: "No volveré a aceptar un encargo de este tipo. Nadie me puede obligar a hacer el ridículo". Joaquín Navarro Valls conoce demasiado bien a los medios informativos que se ocupan del Vaticano como para imaginar que se puede dar gato por liebre en citas tan importantes como la que acabamos de vivir.
Informativamente, el menú fue de una escasez dramática: Joaquín Navarro se presentó ante la prensa sólo en dos ocasiones, el lunes y martes a final de la mañana y, desde entonces, nada más. Los boletines de la Sala de Prensa se limitaban a dar comunicados de pocas líneas para informar de los horarios en que se habían abierto y cerrado las sesiones de trabajo, y nada más. De las intervenciones en el aula sólo nos llegaba el eco de Navarro Valls que, a su vez, no había recibido ni los textos originales de las intervenciones ni siquiera un resumen de las mismas. De los veintidós folios que integraban el informe final del cardenal mexicano Sandoval no se dio a la prensa ni un resumen ni oral ni escrito. El cardenal Sandoval leyó en el aula sólo una parte del mismo (apenas un tercio), pero nadie pensó que tal vez hubiera sido conveniente que los informadores supiéramos algún dato de primera mano. La idea de una conferencia de prensa final, en la que hubieran podido participar algunos cardenales, debió parecer en las alturas una especie de delirio. Nada, estrictamente nada que no fuese entregar el texto del mensaje difundido por los cardenales reunidos en el consistorio.
Fue el método que utilizaron los obispos en Medellín (1968) y Monseñor Romero. Un método que estaba en sintonía con el Evangelio y que hoy parece olvidado, aunque todavía es empleado por muchas personas que trabajan en la pastoral. Ese es el caso de una "Guía para la formación juvenil y la confirmación" recientemente editada por la Asociación de Frailes Franciscanos de Centroamérica y la Librería Luis Chávez y González del Arzobispado de San Salvador.
La guía tiene por título "Nos confirmamos para una misión" y consta de tres partes. En la primera (VER) aparecen una serie de temas propios de la realidad del joven adolescente, tales como el estudio, el trabajo, la diversión, las drogas, el dinero, el noviazgo, la libertad, etc. En la segunda parte (JUZGAR) se profundiza en el encuentro de esa realidad juvenil con la Buena Nueva de Jesús. En la tercera parte se concluye con unos temas (ACTUAR) que sirven de preparación inmediata a la confirmación e invitan a los jóvenes a un compromiso concreto con su mundo. La presentación de cada tema también responde a este método. Comienza con un Hecho de la vida, breves narraciones de la vida diaria y relacionadas con el tema que captan la atención del muchacho o la muchacha porque se le está hablando de hechos que seguramente han vivido. Después se pasa a una Iluminación bíblica, y se cierra con unas Conclusiones que llevan a tomar una opción. En la cubierta del catecismo aparece Jesús seguido por varios jóvenes. Con ellas y ellos camina Monseñor Romero.
También me parece interesante destacar que el catecismo fue elaborado por gente del pueblo, catequistas laicos de la Iglesia Concepción en San Salvador, apoyados por el Padre Tomas O´nuanain. Sus nombre son Berta Alicia Henríquez, Esperanza Henríquez, Verónica Olivares, Blanca Deras y Carlos Vázquez. La guía de catequesis está elaborada, pues, no por expertos en pastoral o teología, sino por gente sencilla y generosa que todos los fines de semana aportan su tiempo para los demás y que sin duda han acumulado una gran experiencia.
En la introducción los autores citan como referencia un catecismo de Fabián Amaya, maestro de varias generaciones de agentes de pastoral y promotor de las comunidades eclesiales de base. A él le debemos, en gran parte, la transformación y organización pastoral de una arquidiócesis que, en su día, supo responder a los signos de los tiempos, al clamor de los pobres.
Alegra, pues, saber que el método de la auténtica y "nueva" evangelización latinoamericana aún está presente en publicaciones y esfuerzos pastorales. Alegra aún más ver cómo es tomada en cuenta la experiencia de los que, semana a semana, se entregan a la complicada tarea de evangelizar en las comunidades. Y alegra saber que en estas publicaciones se retoma también la experiencia de aquella generación de evangelizadores, como Romero y Amaya, que encauzaron a la arquidiócesis hacia la opción por los pobres. Esta guía catequética es, pues, el símbolo de una Iglesia que quiere estar con los pies en la tierra y el corazón de la humanidad; una Iglesia donde los laicos tienen un puesto importante, no en el papel sino en los hechos; y una Iglesia que se mantiene en la tradición de Medellín y de Monseñor Romero.
Quizá estoy dando más importancia de la que tiene a este hecho en apariencia insignificante. Al fin y al cabo, no es la primera ni será la última publicación que se edita sobre catequesis de confirmación. Si resalto esta pequeña noticia es porque los aires que corren en nuestra Iglesia son más de adoctrinamiento que de catequesis. Para mí la catequesis es responder desde la Biblia y el Magisterio de la Iglesia a los problemas reales y concretos que vivimos cada día. Es lo que hacía Monseñor Romero todas las semanas en sus homilías dominicales y, por eso a él mismo le gustaba decir que sus homilías eran una catequesis. Concluyo con unas palabras suyas con que respondió a las presiones que recibía para que obviara la parte de la homilía que hablaba de la realidad:
"Para que vean cuál es mi oficio y cómo lo estoy cumpliendo: estudio la Palabra de Dios que se va a leer el domingo, miro a mi alrededor, a mi pueblo, y lo ilumino con esta palabra y saco una síntesis para podérsela transmitir, y hacer a este pueblo luz del mundo, para que se deje guiar por los criterios de Dios, no de la idolatría de la tierra. Y por eso, naturalmente, los ídolos de la tierra sienten un estorbo en esta palabra y les interesaría mucho que la destituyeran, que la callaran, que la mataran" (20 de agosto de 1978).
Miguel Cavada Diez
El Vicepresidente de El Salvador, Carlos Quintanilla, de gira por Estados Unidos y otros países industrializados después del terremoto, ha tratado de vender el proyecto de reconstrucción del gobierno, al que Mons. Rosa Chávez ha criticado como limitado. El vicepresidente presentó "Techo para un hermano", un programa sin ánimo de lucro, para canalizar donaciones de vivienda y centralizar la información en su país. Durante su paso por Washington en los primeros días de mayo dijo que el gobierno salvadoreño hará cumplir normas de construcción y seguridad. El proyecto construirá vivienda permanente en forma de casas de tres habitaciones a un costo de $2.500 cada una. De los $375 millones de dólares requeridos para reconstruir 150.000 casas destruidas en los terremotos, $10 millones hasta ahora vendrán del gobierno de Estados Unidos, dijo Quintanilla, y se hacen nuevos esfuerzos para hallar mayores recursos. También el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobará un nuevo préstamo por $144 millones principalmente para viviendas permanentes. El mismo día en que se reunía con funcionarios de Estados Unidos, Mons. Rosa Chávez presionaba al gobierno estadounidense y al BID para que hicieran esfuerzos mayores. En representación de la Iglesia Católica y otros grupos no gubernamentales, Mons. Rosa visitó Washington para urgir al gobierno estadounidense y al BID a convertir la devastación de los terremotos en El Salvador en una oportunidad para evitar errores del pasado y cambiar la forma en que promueven el desarrollo.
"El terremoto ha desnudado la realidad social de El Salvador y nos da la oportunidad de hacer un nuevo país... El gobierno salvadoreño tiene su propio plan, pero no es un nuevo modelo de desarrollo. Es un plan cuantitativo, no cualitativo".
La exigencia de Mons. Rosa de cambios sociales más profundos contrastó grandemente con la postura del Vicepresidente Quintanilla. Los funcionarios estadounidenses evitaron el debate, es decir, se lavaron las manos, enfatizando la necesidad de mantenerse unidos en el esfuerzo de reconstrucción. En respuesta a las críticas de Mons. Rosa, Sandra de Barraza, coordinadora de la Comisión Nacional salvadoreña de Desarrollo, creada por un decreto presidencial en 1997, dijo que "Techo para un hermano" es sólo una herramienta, no una estrategia o política de vivienda. Indicó que, por solicitud del gobierno, la comisión está revisando su Plan de Nación adoptado el año pasado para reflejar nuevas y diferentes necesidades de desarrollo después del terremoto. Dijo que el propósito de la comisión sería canalizar recursos públicos estratégicamente para responder al potencial específico de cada región. "No podemos estar pensando, como piensan ellos, al nivel del pequeño municipio", dijo refiriéndose a algunos de los grupos representados por Mons. Rosa Chávez.
Un funcionario dijo que el BID promueve un modelo de desarrollo acordado por los gobiernos centroamericanos en 1999 después del Huracán Mitch. Entre sus principios están: consulta, transparencia, buen gobierno, equidad y reducción de la deuda externa.
Mons. Rosa Chávez enfatizó varias de esas ideas durante su visita la semana pasada, pero añadió algo fundamental que no se ve en las declaraciones, ni menos en las intenciones, de gobiernos e instituciones. "Hay que pensar en un nuevo modelo, cambiar el enfoque macroeconómico, porque los pobres son cada vez más y son cada vez más pobres". La realidad cotidiana, la de muchas décadas y la de muchos siglos, le da la razón a Mons. Rosa. Pero ya lo dice la parábola: "Ni aunque un muerto resucite se van a convencer los poderosos".
Protesta en Washington
Un grupo de seis legisladores demócratas, un independiente y dirigentes obreros denunciaron en la sede del Congreso la "intolerable esclavitud laboral y otras violaciones a los derechos humanos" en las fábricas textiles de El Salvador. Pidieron el cese inmediato de esos abusos.
Charles Kernaghan, director del Comité Nacional de Trabajo para los Derechos Humanos Estadounidense, difundió una investigación de 84 páginas efectuada por su comité, en la que documenta "las extensivas y sistemáticas prácticas" irregulares en las factorías salvadoreñas que abastecen de ropa a la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA).
Contó el siguiente ejemplo. En una de las 220 maquilas de El Salvador una joven recibe 29 centavos de dólar por cada camiseta que la multinacional Nike vende a la NBA por 140 dólares. Y añadió: "Creo que los jugadores cuyos nombres aparecen en esas camisetas desconocen que esas prendas son fabricadas por mujeres jóvenes que son obligadas a someterse a una prueba de embarazo y forzadas a trabajar 11 horas seguidas bajo temperaturas de entre 32 y 37 grados centígrados, seis días a la semana... Con frecuencia no reciben paga extra, consumen agua contaminada y son despedidas cuando intentan hacer valer sus derechos". (Pues los jugadores bien debieran saberlo o tener algún interés en ello, añadimos nosotros).
Prosiguió Kernaghan. "Los trabajadores de las maquilas, en su mayoría mujeres, ganan salarios muy bajos y tienen forzosamente que cumplir un horario semanal superior a las 90 horas, sin paga extra, para cumplir las cuotas fijadas por las empresas que exportan principalmente a Estados Unidos".
Todas las injusticias que se cometen en las maquilas y recintos fiscales de El Salvador figuran en un informe oficial salvadoreño, sin precedentes, publicado en agosto y retirado un día después y presentado posteriormente por la Unidad de Monitoreo y Análisis de la Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo.
Protesta en El Salvador
La reducción del salario mínimo es uno de los componentes de la iniciativa de la ley que busca reactivar la economía del país propuesta por el ministerio del Trabajo. Marina Ríos, representante del movimiento Mélida Anaya Montes, denunció estas iniciativas que vienen a vulnerar los derechos de las trabajadoras. Explicó que la relocalización de las maquilas contemplada en la iniciativa, lleva consigo la disminución del salario, anulaciones de contratos, reducción de pago de horas extras y de prestaciones sociales, entre otras. Todo ello violenta la Constitución de la República. Dijo:
Este anteproyecto de ley que está metido en la Asamblea viene a vulnerar mucho más los derechos de las trabajadoras, porque uno de los pretextos con que se sale ahí es que hay que dinamizar la economía. Pero, ¿a costa de qué? A costa de los derechos de las trabajadoras, porque el salario que está proponiendo es un salario rural, es un salario rural, óigase bien, y la maquila está dentro del salario que tiene que ver con la industria y la manufactura. Entonces, eso es una violación a la Constitución y al Código de Trabajo porque están establecidos los dos tipos de salarios. Entonces el hecho de que se quiera relocalizar las maquilas, digamos llevarlas a las zonas rurales, es ya con el propósito de bajar totalmente la mano de obra, el salario. Y aunque estas fábricas estén en zonas rurales, no implica que el salario deba ser menor a lo establecido en el Código del Trabajo.
Una investigación realizada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indica que de 80 mil empleos generados por la maquila el 85% son mujeres. Por lo tanto el sector mayormente afectado, de ser aprobado el proyecto de esta ley en estudio, son las mujeres. Por ello la rechazan.
Nosotras estamos totalmente en contra de eso, porque si ya las mujeres ahorita tienen problema para resolver su comida básica, que es con el salario de 1,260 colones, no digamos cómo va a ser con 750 colones, que es el salario estipulado para la gente que trabaja en lo rural... Si se llegase a aprobar una de estas barbaridades -como es este proyecto que tiene que ver con el salario a 750 colones- yo creo que habrá más prostitución en nuestro país, habrá más delincuencia, porque los hijos de las obreras, dígame usted qué van a hacer cuando estas mujeres están trabajando. Y estos niños en la casa, estas niñas que no tienen qué comer ¿qué van a hacer? Bueno, más robo, más delincuencia, más prostitución. No van a poder seguir ni siquiera estudiando como es hasta ahorita que estudian hasta sexto grado con muchas dificultades. Esto lleva mucho a la tendencia de proliferar la prostitución, la delicuencia, las maras,.
La maquila en sí ya es un empleo precario y con esta ley se agudizarán las condiciones precarias en las que ya se encuentran las mujeres que trabajan en la industria de la confección. Las mujeres trabajadoras de las maquilas iniciarán una campaña de denuncia a nivel nacional e internacional a fin de contrarrestar las iniciativas de ley que discriminan más el derecho de las mujeres en sus derechos laborales.
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"Manipulan muchedumbres porque se le tiene cogida del hambre a mucha gente".
Mons. Romero, 16 de diciembre, de 1979.
José Comblin
Van a tener que aparecer nuevos liderazgos. Es muy probable que, como en Venezuela, aparezcan líderes populistas, esos líderes que no se sabe si son de izquierda o de derecha, pero que logran monopolizar las esperanzas populares. Lo que pasó con Hugo Chávez va a repetirse en varios países. O sea: todos están buscando nuevos líderes, nuevas fuerzas políticas, nuevas figuras, y de modo particular están buscando a un "salvador de la Patria". En Chile Joaquín Lavín se presentó como tal: no tenía partido político, no tenía pasado, no tenía compromiso con nadie, era la pura encarnación del pueblo chileno, o sea todos los rasgos característicos de un líder populista. En realidad él representaba a la vieja y tradicional derecha chilena, a las grandes familias tradicionales, pero con una máquina de propaganda muy estudiada y bien montada supo presentarse como un verdadero "salvador de la Patria".
En otros países está faltando el candidato, pero puede aparecer en cualquier momento. Ecuador sería el primer país disponible: ahí puede aparecer una figura carismática que logre, llamar la atención y orientar todas las fuerzas populares que quieren un cambio, tal como ya sucedió en Venezuela. En Colombia algo semejante puede suceder después de tantas desilusiones, tantas derrotas de todos los presidentes sucesivos y de la desconfianza que gran parte del pueblo siente hacia el sistema.
¿Puede aparecer un salvador de la Patria en Brasil? También puede aparecer. Está creciendo el sentimiento de la ineficiencia, de la ineficacia del sistema democrático. Y es una desilusión muy profunda, alimentada incluso por toda la clase intelectual. Los escándalos son cada vez más escandalosos, siempre más repugnantes, y provocan y aumentan el sentimiento de rabia e impotencia... En esa situación de deseos de cambio, si se presenta un "salvador de la Patria" podrá recibir el apoyo unánime de las clases populares. ¿Podría ser un salvador nacido en el MST? No, es imposible; pero puede aparecer desde otro sector de la sociedad. Sin embargo en la actualidad la mayor probabilidad es que aparezca desde el MST...
En los otros países Andinos... en Paraguay por ejemplo, un salvador de la Patria podría ser recibido y acogido con entusiasmo en cualquier momento. ¿Argentina será más estable? Tal vez, por tener también un pueblo más alfabetizado, letrado, desarrollado intelectualmente, pero el Menemismo ha provocado mucha desilusión y no hay mucha esperanza de que el nuevo presidente pueda dar satisfacción a las aspiraciones populares y sacar a Argentina de la profunda miseria en la que está actualmente. México es una incógnita: claro que ni Cárdenas ni Fox son el salvador de la Patria, pero si no logran ningún resultado, en el caso de la victoria del PRI sí puede aparecer una figura carismática que logre movilizar de nuevo todas las fuerzas populares que puedan resucitar en torno a un cierto nacionalismo (El nacionalismo casi ha desaparecido, incluso el sentimiento nacional ha sido aplastado por la integración total de los neoliberales en el sistema estadounidense, en el "imperio americano", pero pudiera resucitar y constituir entonces una fuerza de apoyo para cualquier "salvador de la Patria").
¿Qué se puede hacer en estas circunstancias? Bueno, ahí una cosa que siempre es necesaria es que todos podemos actuar a nivel local. Una nueva sociedad, una alternativa social tendrá que encarnarse siempre en las estructuras de la vida diaria. Buena parte de esa alternativa ya depende de la vida municipal, de la ciudad, del barrio... Entonces, ahí hay algo que se puede hacer para preparar nuevas estructuras. Por ejemplo: tratando de liberar las instituciones locales. Fundando nuevas instituciones locales que puedan estar libres de la inmensa corrupción que se ha difundido en la última década. Formando y preparando personas honestas, capacitadas, que tomen iniciativas y que puedan mejorar la condición local de los barrios, de las ciudades... Las alcaldías, cuando son bien conducidas, pueden mejorar bastante la situación.
En cuanto a preparar la dinámica nacional, la reconstitución de la nación, ahí sí que debemos "acompañar la historia", y a ver qué pasa... No es muy probable que personas comunes y corrientes sean capaces de provocar acontecimientos tan fuertes que puedan cambiar el rumbo de la sociedad. Pero una vez que algo se perfila o se presenta, ahí viene el momento de la acción, la participación o no participación, la contestación... Ahí cambia la constelación de las fuerzas y entonces hay que definir una posición para participar. Tal vez ahí se abrirán más espacios para movimientos populares, más espacios para otros sistema de producción basados en las pequeñas y medianas empresas... En fin, todo eso abrirá perspectivas, pero es difícil preverlo ahora.
¿Los cristianos deben participar en los movimientos paralelos ilegales o semiilegales?, Es una cuestión que cada uno, cada grupo va a tener que examinar y resolver: ¿hay que participar, no hay que participar? Por inclinación los católicos tienden a integrarse en las instituciones legales oficiales, en los partidos políticos; sin embargo, si se constata la ineficiencia de los partidos políticos, ahí se plantea la cuestión de participar en otros movimientos.
Esa pregunta se había suscitado hace 30 años cuando aparecieron los movimientos guerrilleros violentos y entonces hubo varias respuestas, pero la inmensa mayoría de los católicos no se integró. Ahora la cuestión es diferente porque no se trata de movimientos armados y con la pretensión de conquistar el poder; son movimientos más complejos que conocen mejor sus limitaciones y no van a pretender derrotar militarmente los ejércitos nacionales. Pero actúan en forma alternativa, no por la participación en la elaboración de leyes y decretos, sino ejerciendo presiones para desestabilizar el sistema establecido y empujar nuevas fuerzas políticas. Serán movimientos que no proponen explícitamente la violencia, aunque en determinados momentos estén de hecho implicados en situaciones violentas.
¿Cuál debe ser la participación de los cristianos en tal movimientos? No se pueden dar normas generales porque cada caso será particular, y siempre existe ese desafío para los católicos. Hasta el momento la jerarquía tiende siempre a insistir en que los católicos formen grupos específicos, propios, de acción social propia, específica, no integrada dentro del movimiento de conjunto porque temen la corrupción de los movimientos alternativos, temen la absorción, temen que la presión ejercida por los movimientos de oposición sea tan fuerte que la identidad cristiana desaparezca. Todos esos riesgos existen, sin duda, pero por otro lado, los movimientos puramente católicos no tienen absolutamente ninguna fuerza política. Entonces ahí nace el desafío, de que en forma general los laicos van a tener que decidir ellos mismos. Es probable que la jerarquía no intervendrá mucho, se quedará más bien pasiva y silenciosa esperando el resultado de las perturbaciones, de los cambios sociales, pero sin querer intervenir en forma activa, y sin hacer propuestas activas, o proponiendo algo a un nivel conceptual, tan abstracto que nada significa. Entonces en esas circunstancias que se aproximan nosotros no debemos ni podemos crear o elaborar todo un programa de transformación social -no tenemos la fuerza para eso-, pero tendremos que definirnos y escoger un rumbo, cuando aparezcan todos los movimientos que se esperan, toda la perturbación que se espera, los nuevos líderes, los nuevos movimientos que van a aparecer.
En el número dedicado a la Semana Santa hablábamos de la Pascua de los pueblos, que historizan el paso de Jesús de la muerte a la vida. También los pueblos marchan, y en aquel número hablamos de la marcha por la paz en Butombo, Africa. Hoy vamos a mencionar dos "marchas", en forma de foros y concentraciones masivas, proféticas y utópicas. Una en Porto Alegre, Brasil, y otra en Barcelona, España.
El contexto es sabido. En enero se reunió en Davos, Suiza, El Foro Económico, es decir, los poderes económicos que configuran el mundo. Lo vienen haciendo desde hace 31 años. (Por cierto, la "ofrenda" para participar en las reuniones es de 20.000 dólares por persona, sin incluir viajes, alojamiento etc). El Foro no ha podido negar en los últimos años que el mundo va mal, y en los últimos años ha habido foros y reuniones alternativas de protesta en Seatle, Bangkok, Washington, Praga, NuevaYork... Por ello, sin cejar en su amor a la economía más que a la justicia, el Foro Económico ha elegido un lema que no suene muy mal: "impulsar el crecimiento y reducir las desigualdades".
"Otro mundo es posible". Porto Alegre. Al mismo tiempo que la reunión en Davos, en Porto Alegre tuvo lugar el primer Foro Social, de diez anunciados. Participaron 20.000 personas. No buscan simples correctivos a la mundialización que se nos impone, sino que quieren sustituirla por otra. En la línea de Ellacuría, "hay que revertir la historia", dicen. "Otro mundo es posible".
El Foro social parte de y denuncia un hecho innegable: durante las tres décadas de existencia de Davos, las desigualdades entre ricos y pobres, países y personas, se han multiplicado por 50. Davos no tiene más remedio que aceptar el dato, porque, además, llega de las manos del Banco Mundial. Pero añade que así es el mundo y que empeñarse en no aceptar esta realidad no es sólo inútil, sino perverso, pues de esa negativa se derivan siempre catástrofes. Sigue manteniendo que la mundialización económica es una realidad inapelable, que escapa a nuestro control y es definitiva, tan necesaria, según algunos, como la ley de la gravedad.
El Foro de Porto Alegre, no lo ve así. Nuestro mundo, dicen, es el resultado de un proceso puesto en marcha por unos actores %las grandes multinacionales y las grandes potencias económicas mundiales% en el marco de un sistema %la sociedad global de mercado% y en virtud de un proyecto %el ultraliberalismo conservador.
La impugnación de Davos. Y para que no todo quede en denuncia y protesta, ya hay más de 300 propuestas contrarias a la economía imperante: eliminación de los paraísos fiscales, fiscalización de los beneficios financieros especulativos, elaboración de un plan para defender la agricultura tradicional, multiplicación de telecentros para el acceso a Internet, cancelación total de la deuda de los países del Sur, promoción de las áreas macrorregionales %sobre todo en América Latina% frente a la dolarización y al área de librecambio de las Américas, creación de un portal para informar a los consumidores sobre las firmas que no respetan las normas mínimas éticas y sociales... Todas estas acciones no son vistas como simple reformismo, sino como elementos para la construcción de una alternativa global. Su lema, "creer que otro mundo es posible".
Campaña contra el Banco Mundial, Barcelona 2001
El Banco Mundial (BM) había preparado una reunión en Barcelona del 25 al 27 de junio. Y como en Porto Alegre, surgió una iniciativa de alternativa y protesta: "Campaña contra el Banco Mundial". Los integrantes convocan a miles de personas y tienen experiencia: campaña a favor del 0.7% en ayuda al tercer mundo, perdón de la deuda etc. Al dar las razones para esta campaña, vienen a decir lo siguiente:
"El BM es una institución en manos de las grandes potencias, al servicio de las empresas transnacionales y del capital financiero, pagada por los impuestos del Norte y por los intereses abusivos del Sur. Desde la atalaya de ocupaciones seguras y bien pagadas, la tecnocracia del BM (con el Fondo Monetario Internacional cuenta con más de 10.000 empleados) impulsa, con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), las más salvajes políticas económicas neoliberales: privatizaciones, destrucción de servicios públicos, sustitución de cultivos necesarios por otros de lujo, en beneficio de especuladores y empresas transnacionales... Imponen políticas económicas y sociales lesivas a los pueblos del mundo y a su entorno natural, sin que sus dirigentes hayan sido escogidos por la ciudadanía mundial... Las políticas adoptadas son causantes y garantes a perpetuidad del actual empobrecimiento y conflictos armados "regionales" por todo el planeta, que empujan cada vez a más gente del Sur a desplazarse hacia un Norte.
Sus consecuencias sociales son evidentes: disminución de presupuestos en servicios básicos como educación, salud, alimentación, vivienda, lo que afecta especialmente a las mujeres, que constituyen el 70% de los pobres del mundo. En cuanto al medio ambiente, aceleran el cambio climático, destruyen los pulmones verdes, dilapidan los recursos hídricos y desertizan el planeta. En el nivel de la salud crean riesgos gravísimos con una agricultura y ganadería desnaturalizadas (transgénicos, vacas locas, fiebre aftosa) y monopolios sobre la vida misma, a través de las patentes sobre fármacos, semillas y datos del genoma. La globalización económica refuerza un sistema sexista, excluyente y patriarcal. Incrementa la feminización de la pobreza y exacerba todas las formas de violencia contra las mujeres.
Y un último dato. Diariamente se mueven 1,8 billones de dólares en intercambios de divisas, lo que implica total capacidad para desestabilizar la situación de cualquier país que no satisfaga los caprichos de los especuladores (lo que queda demostrado a través de las sucesivas crisis de los últimos años en México, el Sudeste de Asia, Rusia o Brasil, y con las actuales de Argentina y Turquía)".
Todo esto tiene que terminar. Otro mundo es posible, basado en el control democrático de los bienes y servicios públicos y la solidaridad. Exigen abolición de la deuda externa, reconocimiento de la deuda ecológica con las zonas periféricas, el fin de políticas destructoras de las culturas de los pueblos, la garantía de condiciones de vida dignas, trabajo digno y estable, derecho a la vivienda, a la sanidad, a la enseñanza y al transporte...
Y ha sucedido algo increíble. El Banco Mundial decidió cancelar la reunión. La Campaña, sin embargo, celebrará los actos previstos. El 24 de junio, día de San Juan, importante en Barcelona, celebrarán una gran fiesta popular y se manifestarán ante el edificio de "La Bolsa", símbolo del capitalismo actual.