Carta a las Iglesias AÑO XXII, Nº 501-502, 1-31 de julio de 2002

Divino Salvador del Mundo

 

ÍNDICE

 

 

 

 

6 de agosto y liberación del mundo

 

 

Cada año celebramos las fiestas agostinas, y normalmente se repiten los mismos tópicos: que es una bendición que el país lleve el nombre del Divino Salvador, pero que la verdadera transformación es la personal y la de la sociedad; que buenas son vacaciones y descanso, pero que no bastan. En este número ofreceremos más adelante tres artículos que nos pueden ayudar a celebrar el 6 de agosto como Dios manda: qué pensaba Monseñor Romero (M. Cavada), qué piensa hoy la gente (C. Ayala), qué significa llamar "divino" al Salvador (L. Boff).

 

Ahora queremos centrarnos en dos cosas, de las que antes mucho se hablaba y discutía, pero que han caído en el olvido. Una es que el país necesita una verdadera "liberación". La otra es que el país necesita a un "Jesús vigoroso", que exige seguimiento, práctica de la verdad, de la justicia y de la reconciliación. El "Jesús histórico", se decía.

 

El 6 de agosto y la teología de la liberación

El título es provocativo, y no sé si las nuevas generaciones captarán a cabalidad lo que en él está en juego. Se trata de que la Iglesia vuelva a la "liberación" como esencial en la evangelización, como intuición cristiana fundamental y necesaria también hoy –y no quedarse en una etérea, intemporal e invisible "salvación".

 

Tiempos hubo en la Iglesia salvadoreña –y en muchas otras– en que se hablaba mucho y bien de "liberación". Existía, vigorosa y pujante, una teología de la liberación, con Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff e Ignacio Ellacuría a la cabeza. Pero no sólo era cosa de teólogos. En 1975, en su conocida exortación "El anuncio del evangelio", Pablo VI dijo que la "liberación" era elemento esencial de la evangelización. En 1979 los obispos en Puebla se alegraron de que en las comunidades se buscaba el rostro "liberador" de Jesucristo. Pero después hubo un cambio de rumbo. Llegó de Roma una instrucción crítica sobre la teología de la liberación, 1984, y otra más ponderada en 1986. Sin embargo, era tan obvia la centralidad de la liberación que en ambos documentos se recuerda desde el principio que "libertad y liberación son elementos esenciales al evangelio". También en uno de sus viajes a Brasil, cuando ya arreciaban las críticas, en presencia de la miseria y de la opresión de millones de seres humanos, Juan Pablo II tuvo que decir que la teología de la liberación "no sólo es oportuna, sino útil y necesaria".

 

Pero una cosa es hablar y otra hacer. Y así, la Iglesia, que no ha sido muy experta en "libertad" –aunque siempre haya habido grupos con libertad evangélica–, muy pronto después de Puebla comenzó a matizar "la liberación" hasta hacerla prácticamente desaparecer de la evangelización. Con las excepciones de siempre.

 

Si así son las cosas, se preguntará más de uno a qué volver a la liberación y su teología al celebrar la fiesta del Divino Salvador. ¿No será tarea de ilusos o de obsoletos impenitentes cuando en nuestras iglesias no se va en esa dirección, sino en otra muy distinta, movimientos, caminos, renovaciones, músicas celestiales, vírgenes en andas, apariciones, concentraciones de cientos de miles, sanaciones y milagros, teletones?

 

Pues bien, la razón es clara –o debiera serla. En el mundo hay 800 millones de seres humanos que pasan hambre, en el 2020 70 millones estarán afectado por el sida, el tercer mundo está siendo "maquilizado", y es impotente ante epidemias, terremotos y huracanes, no tiene palabra en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, los Tratados de libre comercio, el G-8, y, a la hora de la verdad, tampoco en Naciones Unidas. Países pequeños como El Salvador están sometidos a esta estructura maléfica, a lo que se añaden sus propios males: dengue, fraudes en las maquilas, deslaves, vulnerabilidad de todo tipo, endeblez y corrupción en las instituciones, desencanto más allá de la desesperación, sin confianza en líderes políticos, económicos y militares...

 

En conclusión, la vida y la dignidad de los pobres están anuladas o amenazadas. También la palabra, que está en manos de muy pocos, y la verdad, vencida tantas veces por el encubrimiento y la mentira. Amenazado, cuando no simplemente ignorado, está el nombre de las mayorías relegadas al anonimato en Africa, Asia y América Latina.

 

Y aunque más brevemente, recordemos que también aparecen males dentro de la Iglesia. Algunos son notables como los que han explotado con la pedofilia, por ejemplo; o hace años con el silencio de jerarquías en el cono sur durante la represión. Otros son los males cotidianos que todos introducimos en la iglesia.

 

Que el mundo anda mal es, pues, evidente. Ignorar en la fe cristiana ese hecho fundamental es simplemente ignorar lo cristiano de la fe. Y cuando se analizan bien, dos cosas se hacen inocultables. Una es que la raíz última de estos males es producto de fuerzas y agentes históricos estructurales, guiados por el egoísmo propio hasta el desprecio de pueblos enteros. La segunda es que esto ocurre –aunque en formas cambiantes– de manera duradera. Hay avances significativos en conocimientos y tecnología, intentos incluso de reducir la pobreza y mejorar los derechos humanos, pero la verdad es que la pobreza, la indignidad y la amenaza a la vida se mantienen, en lo sustancial, impertérritas.

 

Pues bien, cuando un mal tiene causas estructurales y duraderas, entonces –en el concepto al menos– no basta la "salvación". Se necesita "liberación", ir a las raíces, revertir la historia, pues la "salvación" no expresa la hondura de los males. Hay que salvar a los pobres, sí, pero hay que liberarlos de ricos, acumuladores, opresores –instituciones sobre todo– que generan pobreza.

 

Así lo vio Monseñor Romero

Sin "liberación" no se puede hablar ni del Jesús que se transfigura, ni del mundo al que salva el Divino Salvador. En su día Monseñor Romero lo entendió perfectamente.

 

Poco antes de que lo mataran pidió a Piquín, músico de las comunidades cristianas, que compusiera un himno en honor al Divino Salvador del mundo. Así lo hizo Piquín, pero demoró un tiempo en entregarle el texto y la música a Monseñor Romero, porque tenía un cierto temor a que a Monseñor no le gustase la última estrofa –"liberadora"– que dice:

 

Pero los dioses del poder y del dinero

se oponen a que haya transfiguración.

Por eso ahora vos, Señor, sos el primero

en levantar tu brazo contra la opresión.

 

El miedo resultó totalmente infundado. A Monseñor Romero le encantó el himno. No hubo regaño. Y para sorpresa del autor, Monseñor le dijo que también el profeta Isaías hablaba del brazo alzado de Dios contra los opresores. La Iglesia tenía, pues, un buen himno para el 6 de agosto. A Monseñor no le asustó lo profético y conflictivo, pues no hay liberación sin algo –a veces mucho– de eso. Pero además, antes de la estrofa citada, que cierra el himno, se habla de que la liberación produce la "gloria de Dios", eso sí, de manera muy distinta, a como hoy se la comprende:

 

Ahora Señor podrás tú ser glorificado

tal como antes allá en el Monte Tabor,

cuando tú veas este pueblo transformado

y haya vida y libertad en El Salvador.

 

En el contexto de este comentario lo más importante es que cantar la utopía de Dios, la vida y libertad de un pueblo, la necesidad de liberarse de los dioses del poder y del dinero, eso es celebrar, como Dios manda, la fiesta patronal:

 

Vivan los cantos explosivos de alegría

voy a reunirme con mi pueblo en Catedral

miles de voces nos unimos ese día

para cantar en nuestra fiesta patronal.

 

Monseñor Romero conoció el texto de Piquín, aunque nunca llegó a escuchar la música, pues lo asesinaron antes. Pero sancionó para siempre que el Divino Salvador del mundo es un Jesús liberador, que la transfiguración de Jesús es el cambio radical de este pueblo y de este mundo de pobres, y que la palabra bíblica y cristiana más adecuada para explicar ese cambio es la de "liberación". Por eso hemos puesto el título chocante de "6 de agosto, y la teología de la liberación".

 

¿Tiene esto actualidad o bien enterrado está en el libro de cantos? Juzgue el lector.

 

 

El 6 de agosto y Jesús de Nazaret

El texto de la transfiguración, el relato en que cambia el color el vestido de Jesús, está en Mateo 17, 1-13. Es un texto que no tiene nada de melifluo. Los personajes que en él aparecen son recios, grandes guías del pueblo para su conversión y su liberación. Elías es un profeta que tomó con absoluta seriedad la voluntad de Dios. Moisés es el gran liberador de la esclavitud del pueblo. Jesús hace mención de Juan Bautista, "con quien han hecho lo que han querido". Gente recia, pues. Y Jesús anuncia que "el hijo del hombre va a Jerusalén a padecer". Verdad tan sabida como trivializada. En su último libro, titulado "transcendencia", Leonardo Boff formula una de esas verdades que no hay que olvidar nunca, aunque lo hagamos fácilmente: "Jesús no murió en un accidente de carro, sino que murió en una cruz". Y bien sabemos por qué: por defender a los pobres y oprimidos de su pueblo en contra de sus opresores. Por buscar la liberación de un pueblo. No se puede espiritualizar de tal manera el 6 de agosto que esto quede ignorado, o que se le declare muerto, como parecen decir algunos: "Hace 20 años sí, pero ahora las cosas han cambiado".

 

Pero si no es así, sigue vigente la necesidad de recordar a Jesús y a la liberación, y preguntarnos cómo celebrar el 6 de agosto? Descanso, diversión, bajada, sí. Pero hace falta algo más. El Divino Salvador no murió en vano, y hoy hay semillas de liberación y de cómo trabajar por ella. He aquí algunos ejemplos.

 

Sólo en el último mes se han movilizado movimientos masivos para protestar contra el hambre en el mundo (en Roma), la pobreza de Africa (en la reunión del G-8 en Sevilla), el SIDA (en Barcelona), y en muchos otros lugares han protestado contra el neoliberalismo, la globalización, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional... Al hacerlo, han defendido a las víctimas, y han hecho propuestas alternativas al presente orden mundial. Llaman a la unión a todas las gentes de buen corazón a formar redes de solidaridad en un verdadero ecumenismo humano, en el que los únicos que no entran son –porque no quieren– los grandes egoístas, manipuladores, opresores. Y anuncian una Buena noticia: "queremos otro mundo".

 

Hay seres humanos –unos por dinero, pero muchos otros por amor– que hacen estudios arduos para encontrar remedio al SIDA al alcance de los pobres, que se dedican –y llevan ya décadas– a defender los derechos humanos, que tienen a su favor el amor de las víctimas y el gozo de trabajar por ellas, mientras siguen teniendo en su contra a los encubridores, manipuladores, mentirosos, defensores de los victimarios. Hay movimientos de jóvenes, voluntarios, que buscan otra cosa, que quieren decir su palabra para crecer ellos, y hacer crecer –cambiando de rumbo– a un mundo que no les da la mano. Y así pudiéramos seguir.

 

Hay, sobre todo, comunidades que quieren sobrevivir contra toda adversidad, que emigran con dolor para que otros puedan sobrevivir en el país, que arriesgan su salud, sus derechos en maquilas, para que otros puedan tener más salud y derechos. Hay comunidades que expresan su verdad –aunque no sea más que en las encuestas o en modestos boletines– para decir la verdad del país, y su propia verdad de gente apaleada, pero con esperanza. Son comunidades que practican la santidad primigenia, en momentos duros de terremoto y en la cotidianidad de la vida. Y hay muchas en nuestro país.

 

Así se celebra, en profundidad, el 6 de agosto todos los días del año, aunque bueno está celebrarlo con alegría una vez al año. De esa forma, Jesús de Nazaret, el Divino Salvador, pasa por nuestro país. Y quienes así viven escuchan la palabra de Jesús al escriba: "No estás lejos del reino de Dios".

Jon Sobrino


 

 

 

El País: Tragedias en maquilas y escuelas

 

 

Intoxicación en las maquilas

Las condiciones de trabajo en la maquila textil no favorecen la dignidad de sus trabajadoras ni el respeto a los derechos laborales. Con alguna frecuencia hay cierres intempestivos de empresas, que se van del país sin pagar lo que deben a las trabajadoras, y en otras empresas se observa una férrea disciplina de corte militar, que no pocas veces se traduce en maltratos de todo tipo a las empleadas.

 

Lo que no ha sido frecuente son las intoxicaciones masivas de trabajadoras pues, aunque haya habido algunos raros antecedentes. Ahora, en un período de sólo cuatro días se han registrado dos casos de intoxicación masiva, el 5 y el 8 de julio, que han dejado como resultado 300 y 214 trabajadoras afectadas.

 

El hecho ha provocado una gran polémica sobre sus causas. Funcionarios de gobierno aseguran que se trata de un caso de histeria colectiva y/o de "sabotaje contra las empresas maquileras". Representantes de los cuerpos de socorro y de las trabajadoras sostienen que, efectivamente, hay indicios de escape de cloro y de la veracidad de los síntomas –lo cual ha sido confirmado por los médicos que han atendido a las afectadas. También ha salido a relucir la negligencia de parte de los supervisores de la empresa, quienes se negaron a prestar atención temprana y a adoptar medidas de emergencia, como la evacuación de la nave industrial.

 

Todo esto hace reflexionar sobre la seguridad ocupacional –el tema más evidente– y también vuelve a desatar la polémica internacional que subyace a la proliferación de la maquila: la postura sobreprotectora del gobierno hacia la misma y las implicaciones que su presencia tiene en el país.

 

En El Salvador, al igual que en la inmensa mayoría de los países en vías de desarrollo, no existen políticas capaces de prevenir riesgos sociales de diversa índole: delincuencia, desastres, epidemias (como el dengue) y hasta accidentes laborales. En este caso, pese a las primeras señales que mostraban que había situaciones de riesgo laboral, éstas no fueron debidamente abordadas. El resultado: una nueva intoxicación que pudo haberse prevenido.

 

¿Intoxicación, histeria colectiva o sabotaje? Estas son las sorprendentes explicaciones de funcionarios gubernamentales. Sugieren que el segundo caso de intoxicaciones pudo haber sido una "histeria colectiva", provocada deliberadamente por trabajadoras que ingirieron pastillas para inducir vómitos y crear zozobra en sus compañeras. Así se desprende de las declaraciones de funcionarios gubernamentales como Juan Mateu Llort, del Instituto de Medicina Legal, y el Ministro de Trabajo, Jorge Nieto.

 

A la base de este argumento está la hipótesis de que existe una campaña de sabotaje contra la maquila textil, que estaría orientada a hacer que el gobierno de Estados Unidos retire las preferencias arancelarias que hacen rentable y posible la inversión extranjera en este subsector. Ciertamente, la presión existe, pero no a base de sabotajes, sino de una campaña de información sobre la realidad laboral salvadoreña.

 

De hecho, es evidente que la maquila textil, surgida a la sombra de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), tiene fuertes detractores entre las filas de trabajadores y sindicatos de Estados Unidos, lo cual se remonta a hace más de diez años (Proceso, 535). En lo fundamental, las gremiales sindicales estadounidenses cuestionan la emigración de las fábricas de ropa desde Estados Unidos hacia los países beneficiarios de la ICC, donde pagan salarios inferiores, están sometidas a menores regulaciones sociales y ambientales e, incluso, reciben un tratamiento privilegiado de parte de los gobiernos receptores.

 

En el fondo, la globalización supone una mayor capacidad de aprovechar ventajas "competitivas", como son los salarios mínimos por debajo de la línea de pobreza imperantes en los países beneficiarios de la ICC; pero, a la vez, supone una migración de inversiones de los países desarrollados, en los cuales se pierden puestos de empleo con mayores salarios. Considérese, por ejemplo, que en El Salvador el salario por hora no llega siquiera a sesenta centavos de dólar, mientras que en Estados Unidos puede superar fácilmente los cinco dólares.

 

Este conflicto de intereses se ha traducido, en varias ocasiones, en un enfrentamiento declarado entre representantes de los sindicatos estadounidenses y representantes del gobierno y del subsector maquila; incluso, en el pasado se ha hablado de "boicot" a la maquila, aunque ahora las acusaciones apuntan inclusive hasta el intento de genocidio.

 

Los gobiernos de ARENA han sido acérrimos defensores de las inversiones en maquila textil, pero lo que dicen ahora ha llegado al grado de lo inverosímil. ¿Por qué resulta difícil creer que simplemente ha ocurrido un accidente con escape de cloro y que, además, no se toman las debidas precauciones para evitar nuevos accidentes e intoxicaciones? Después de todo, eso no sería nada extraño en El Salvador, donde accidentes industriales de este tipo, aunque no son frecuentes, sí son conocidos: recuérdese, por ejemplo, un accidente con cobalto ocurrido en 1987; los escapes de petróleo en el puerto de Acajutla, en 1994; los posteriores escapes de cloro en ese mismo puerto y en la zona de Soyapango; y las explosiones que cada año se repiten en las coheterías.

 

Reacciones ante la violencia estudiantil

Otro grave problema. En las dos primeras semanas de julio cinco estudiantes de secundaria han muerto asesinados. A las riñas callejeras se han sumado las muertes violentas, sin que sean del todo claras las motivaciones o la identidad de los asesinos. Esta violencia estudiantil se agudizó después de firmada la paz, pero no puede ser asimilada a otras formas de violencia –específicamente, a la delincuencial o a la de las maras.

 

La violencia estudiantil no es algo absolutamente novedoso y, mucho menos, una herencia directa de la pasada guerra civil. La violencia estudiantil tiene que ser tratada con sutileza, tino e inteligencia; es parte de un problema mucho más amplio: el problema de los jóvenes. Pero éste, a su vez, no puede ser desligado de otro más abarcador: el problema de los adultos. ¿Cuáles son las normas de convivencia y los valores que los adultos salvadoreños ofrecen a sus jóvenes? ¿Cuál es la sociedad que éstos han legado –están legando– a aquéllos?

 

En otras palabras, en El Salvador antes que un problema de jóvenes hay un grave problema de adultos. Los adultos –políticos, empresarios, profesores, padres de familia– no han sabido organizar una sociedad en la que las nuevas generaciones no sólo se sientan acogidas, sino que también tengan opciones para una vida digna. En segundo lugar, son los adultos los que propagan valores y normas contrarias a la convivencia pacífica y al respeto a los otros. En tercer lugar, son los adultos los que promueven la doble moral que tanto daño ha hecho a la convivencia social en el país: condenan todo aquello que consideran "malo", pero no dudan en asumirlo cuando creen que nadie los ve. Esa doble moral los lleva a pretender ser el "modelo" a seguir por los jóvenes, olvidando que éstos ni son ciegos ni tontos. En cuarto lugar, son los adultos los que no respetan el derecho de los jóvenes a ser tales, con los riegos y peligros que ello supone. Absurdamente, pretenden que éstos se ahorren la experiencia de equivocarse y, con ello, de hacerse mayores de edad. El expediente preferido de los adultos es evitar que los jóvenes repitan sus errores de juventud; lo que sucede es que los errores no los cometieron siendo jóvenes, sino también siendo adultos. Y, lo peor de todo, es que muchos de los que quieren "proteger" a los jóvenes no supieron protegerse a sí mismos ni han sabido cuidar del país que los vio nacer. Y, en quinto lugar, son los adultos los que han mezclado todo en el problema de la juventud: han mezclado rebeldía juvenil con delincuencia, tatuajes con maras, sexualidad con inmoralidad, música con perversión, todo ello con un halo hipócrita de moralidad.

 


 

 

El 6 de agosto de Monseñor Romero

 

 

Miguel Cavada Diez

Recordando las fiestas del Divino Salvador del Mundo en tiempos de Monseñor Romero, podemos sacar algunas lecciones para celebrar hoy la fiesta patronal como Dios manda.

 

Primera lección. Transfiguración de Cristo, transfiguración del pueblo. ¿Qué es para Monseñor Romero la fiesta del Divino Salvador del Mundo? Es ante todo un compromiso: "Hay un reto permanente en la transfiguración de Cristo como patrón de nuestra patria, el reto de la transfiguración de nuestro pueblo" (Homilía 6 de agosto de 1979). Festejar al Divino Salvador del Mundo es ante todo tomarse en serio la realidad del país y asumir un compromiso por "la transfiguración de nuestro pueblo".

 

Segunda lección. Ofrecer una palabra creíble. Cada 6 de agosto Monseñor Romero tenía por costumbre ofrecer a todo el país una carta pastoral donde presenta un análisis de los problemas más graves del país y, a la vez, ofrece pautas pastorales para contribuir a su solución. Salvo la primera carta pastoral, La Iglesia de la Pascua, que presentó en abril de 1979 al poco tiempo de llegar al arzobispado, como su carta de presentación, las otras tres fueron publicadas el 6 de agosto de cada año: La Iglesia, Cuerpo de Cristo en la historia (1977), La Iglesia y las organizaciones políticas populares (1978) –que firmó con Monseñor Rivera– y la Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país (1979). La tercera y la cuarta carta pastoral son para la Iglesia salvadoreña, lo que Medellín y Puebla son para la Iglesia de América Latina. Olvidarlas es un error. Todavía tienen mucho que decir, sobre todo la última, para la Iglesia y para pueblo salvadoreño.

 

Tercera lección. Escuchar al pueblo. Monseñor Romero antes de hablar, escucha a su pueblo. Pero no escuchó para engavetar las opiniones de su pueblo, sino que las tomó en cuenta y muy seriamente. La última carta pastoral la escribió luego de hacer un proceso de consulta con las comunidades cristianas. Así lo comenta el mismo: "Y a esto se junta la madurez de nuestra arquidiócesis, a la cual he consultado para escribir esta carta pastoral. Yo saludo en ustedes esa madurez, esa audacia, esa opción preferencial por los pobres, esa riqueza de ideas que ustedes me han dado en esa consulta. ‘Todo el pueblo de Dios –dice el Concilio– guiado por el magisterio de la Iglesia disfruta el carisma profético de Cristo’. Ustedes y yo hemos escrito la cuarta carta pastoral enriquecidos con estos tesoros de la Iglesia universal y, sobre todo, de Puebla" (Homilía6 de agosto de 1979).

 

Cuarta lección. Bajarse de la nube. Cuando no se toma en serio la realidad del país, el clamor de los pobres y la transfiguración de nuestro pueblo, la Iglesia puede caer en la tentación de quedarse "en las nubes". Es la Iglesia de la alabanza que tanto se expande hoy en muchas parroquias y movimientos apostólicos. Pero Monseñor Romero nos recuerda, igual que Jesús, que hay que "bajar", para encarnarse en los problemas del pueblo y contribuir a transfigurarlo: "Es muy bonito vivir una piedad de sólo cantos y rezos, de sólo meditaciones espirituales, de sólo contemplación. Ya llegará eso en la hora del cielo, donde no habrá injusticias, donde el pecado no será una realidad que los cristianos tenemos que destronar. Ahora, les decía Cristo a los apóstoles comtemplativos en el Tabor, queriéndose quedar allí para siempre, bajemos, hay que trabajar" (Homilía 19 de noviembre de 1978).

 

Quinta lección. Denunciar a los dioses del poder y del dinero. En su cuarta carta pastoral Monseñor Romero denunció la idolatría de la propiedad privada y del poder como causantes de las desigualdades en nuestro país y un día antes de que lo asesinaran, Monseñor Romero –haciéndose eco de un canto popular– nos recordó que el Divino Salvador del Mundo es el "primero en levantar el brazo contra la opresión". Yo denuncio sobre todo la absolutización de la riqueza. Este es el gran mal de El Salvador: la riqueza, la propiedad privada como un absoluto intocable y ¡ay del que toque ese alambre de alta tensión, se quema! No es justo que unos pocos tengan todo y lo absoluticen de tal manera que nadie lo pueda tocar y la mayoría marginada se esté muriendo de hambre" (Homilía 12 de agosto de 1979).

 

Sexta lección. No olvidar a los mártires. Un detalle que no hay que pasar por alto. En la homilía del 6 de agosto de 1979, que fue la última fiesta del El Salvador del Mundo que Monseñor Romero celebró con nosotros, comienza recordando a un mártir: "Yo quiero sentir la presencia de un sacerdote muy querido y que ahora se encuentra tendido, muerto prematuramente por el asesinato, allá en su parroquia de San Esteban Catarina: El Padre Alirio Napolón Macías está presente entre nosotros, como lo estuvo muchas veces". Celebrar el Divino Salvador del Mundo es recordar con agradecimiento el testimonio de quienes ofrecieron su vida por la transfiguración del pueblo.

 


 

 

 

El corazón del Divino Salvador del Mundo

y el corazón de los salvadoreños

 

Carlos Ayala Ramírez

 

"Con él levantemos el corazón"

Este es el lema que la Arquidiócesis de San Salvador ha escogido para las celebraciones litúrgicas de las Fiestas Agostinas de este año en honor al Divino Salvador del Mundo. La frase expresa el espíritu que se busca darle a las festividades: impulsar la construcción de valores en la sociedad salvadoreña a partir de Jesús de Nazaret, configurar nuestro corazón desde el corazón de Jesús.

 

El corazón de una persona, de una comunidad, de una institución, de un pueblo, es lo más hondo de su propio ser: sus motivaciones, sus ideales, su pasión, aquello en torno a lo que gira su vida, por lo que vive y se desvive.

 

Las razones del lema son obvias y buenas: la sociedad salvadoreña está dominada por el afán de lucro (al cual deben servir las personas), la insolidaridad hacia los pobres (los cuales son vistos como una amenaza), los intereses del capital (que son los únicos que tienen prioridad), el despilfarro de recursos a favor de intereses individuales (sobre todo si son públicos), la privatización de los bienes comunes (en beneficio de las multinacionales), la demagogia política (contraria al bien común), la impunidad (que vuelve más vulnerable a la víctima), la violencia en todas sus formas (que expresa descomposición social), los espiritualismos religiosos (que favorecen la evasión de la realidad).

 

Está claro: es verdad que necesitamos "levantar el corazón", nuestro ser personal y colectivo, en otra dirección. Los valores vividos y propuestos por Jesús, El Salvador del Mundo, son garantía de una sociedad humana. Esta intuición está presente en la gente sencilla. Les hemos hecho dos preguntas, alrededor de dos citas del Evangelio, y así nos han respondido:

 

¿Cómo concibe la gente el corazón de los salvadoreños?

"Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí" (Mt 15, 8)

 

"El corazón de los salvadoreños es como todo el mundo, unos son humanos y otros inhumanos. Unos somos caritativos, otros no. Unos tendemos más a la maldad que a la bondad. A mí me duele la pobreza, quisiera tener algo para ayudar, pero desgraciadamente no tengo nada. Un pobre no puede ayudar a otro pobre. Me preocupa la desgracia que estamos viviendo. La culpa la tienen los gobernantes corruptos".

 

"La gente tiene muchos defectos, la falta de conciencia, la ignorancia, la estupidez, que no nos permiten hacer algo por los demás. Los gobernantes se han dedicado a un sistema egoísta, ambicioso y vulgar. Por eso no se preocupan por el pueblo, ellos van viendo sólo por sus intereses. Estos gobiernos de los ricos no sirven para el pueblo. El pueblo necesita leyes sabias y leyes sanas, que le alivien sus dolencias. La clase campesina está sufriendo una gran pobreza. Yo voy a Comalapa a ver unos lotes y veo las grandes pobrezas. Hay gente que pasa con una charamusca todo el día. Ni para comer tienen. Por eso digo que estos gobiernos no sirven. La gente no ha abierto los ojos porque no tienen conciencia. Cuando no tenemos conciencia le fallamos a Dios. La religión y la política deberían darnos conciencia, pero ambas están retrasadas, lo que hacen es confundir, no se entiende nada".

 

"Aquí se ve de todo: gente mala, gente buena, gente que no es nada. Los gobernantes deberían tener más a Dios en un su coranzoncito, para que ellos sepan gobernar bien, como el Señor quiere. Qué bueno sería que ellos escucharan el llamado, que imitaran lo que El Divino Salvador quiere de nosotros: una humildad, una generosidad, una solidaridad para nuestros hermanos cada día. Pero lastimosamente eso no se ve claro, el corazón de ellos está duro. Todavía no tienen en su corazón al Divino Salvador"

 

¿Cómo conciben el corazón del Divino Salvador del Mundo?

"Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón" (Mt 11, 29)

 

"El corazón de El Salvador del Mundo es grande, porque Dios siempre ha querido lo mejor para su pueblo. Y no importa para él ni religión, ni raza, ni nada. El tiene misericordia para nosotros a pesar de que los seres humanos muchas veces seamos incapaces de convivir en esta tierra. Debemos celebrar al Divino Salvador del Mundo compartiendo con el hermano la felicidad, el fracaso, el dolor, la ayuda mutua y todo lo bueno que pueda darse dentro de este mundo".

 

"Yo pertenezco a la Iglesia del Centro Cristiano de las Asambleas de Dios y considero que el corazón de nuestro Señor es hermoso, bondadoso, lleno de amor para todos aquellos que lo consideren su Señor y Salvador. El desea que todos seamos buenos, que luchemos por la vida eterna, que todos vivamos en gracia de Dios. El corazón de Jesús es infinito en amor. Las fiestas de agosto no significan mucho para mí ya que yo no participo de la Iglesia Católica. Sólo representan un tiempo de vacaciones. Yo celebro a mí Señor todos los días, gracias a Él soy salvo".

 

"Bueno, en primer lugar, El Salvador del Mundo significa para nosotros hermandad y bien común. Si las fiestas nos van a traer bien común, pues son bienvenidas. Pero si nos van a traer más circo que pan no tendrían sentido. Si se va a dar una festividad en función de levantar el corazón de Jesús, hay que darle un contenido humano, fraterno y solidario a favor del pueblo. Pertenezco a la Iglesia católica y creo que el corazón de El Salvador del mundo es un corazón de entrega. Un corazón que piensa en los demás. Y nosotros podemos elevar nuestro corazón al Señor, sirviendo a los demás".

 

"Yo soy católico, pero a mí en lo particular no le doy mucho valor a las fiestas. No soy adicto a andar enfiestado. Yo me acuerdo de El Salvador del Mundo todos los días, no un día especial. Todos deberíamos de hacer eso, tenerlo presente en cada momento. Yo creo que en las fiestas hay mucha presencia de gente pero poca devoción. Y si hay devoción, dura muy poco".

 

* * *

 

Así hablan los salvadoreños. Como se trata de levantar el corazón a Dios, hemos buscado algún pasaje bíblico que lo exprese, y una breve y profunda interpretación.

"Y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios" (Mc 12, 33)

Levantar el corazón con Jesús significa unirnos a la persona de Cristo, a su causa (del Reino para los pobres), consagrarnos, con todas nuestras fuerzas y capacidades al servicio de los humildes (pobres, hambrientos, afligidos, enfermos), ejercer la ira profética (desenmascarando y rechazando la injusticia), devolver la dignidad a la víctimas (restaurando la justicia y el derecho), unirnos a los humildes para compartir con ellos el consuelo, que proviene del cumplimiento de la promesa que Dios les ha hecho (Lc 1, 51-53).

 

Esto es lo que dice A. Pieris, teólogo de Sri Lanka, en su artículo "El corazón de la espiritualidad jesuita y la misión profética a favor de los pobres", Revista Latinoamericana de Teología, No.55.

 


 

Lo divino de Jesús, el Salvador

 

 

Leonardo Boff

La transcendencia no es algo que podamos tener o no tener. Todos la tenemos. La transcendencia no se gana ni se pierde. Necesitamos transformar esta dimensión de la transcendencia en un estado permanente de conciencia y en un proyecto personal y cultural. Debemos cultivar ese espacio y lograr que la sociedad, la cultura y la educación, a su vez, reserven espacios para la contemplación, la interiorización y la integración de la transcendencia que hay en nosotros. Hoy es posible que esta dimensión esté cubierta de cenizas, pues la cultura es extremadamente materialista y pobre de espíritu. Pero, a pesar de sus intentos de mitigarla o de desplazarla al ámbito de lo privado, la cultura no consigue apagar la transcendencia.

 

Nada consigue absorberlo todo. No estamos condenados a permanecer encerrados en un determinado marco existencial. Los dramas que siempre nos acompañan se ven aliviados de sus opresivas cargas. Por muy malo que sea el mal, nunca es absoluto. En definitiva, la esperanza es lo último que muere.

 

Y ahora nos preguntamos, ¿cuál es la singularidad del cristianismo frente a esta experiencia universal de la transcendencia? La experiencia que el cristianismo proporciona no es propiamente la de la transcendencia. Eso es herencia de los griegos. La tradición judeo-cristiana habla de "trans-descendencia": se nos invita, no ya a transcender y volar por encima de la realidad, sino, fundamentalmente, a descender y buscar el suelo.

 

Dios, que circunda toda la realidad, ha emergido de la suma pobreza. Nació en medio de animales, se identificó con el crucificado, mendigó el amor de todos y la supresión de las distancias entre los seres humanos y se hizo el último de los hombres. El texto bíblico dice de él que se hizo carne, que se hizo siervo, que se hizo esclavo de toda criatura humana. Cuando el Credo cristiano dice que, al morir, el Dios encarnado (Cristo) descendió a los infiernos, quiere decir que descendió hasta esa dimensión en la que estamos absolutamente solos, a la que nadie puede acompañarnos, ni siquiera la persona amada: es el momento personalísimo de nuestra muerte. Si él descendió hasta ahí, fue para decirnos: "Aunque lleguen hasta los mismos infiernos, yo estoy con ustedes. No van solos: yo voy con ustedes".

 

La actitud más grandiosa del ser humano, según la lectura cristiana, consiste en inclinarse, como el buen samaritano, sobre el prójimo caído. Es el amor el que desciende. No debemos doblar la espalda delante de nadie, y menos aún postrarnos de hinojos. Sólo podemos hacerlo, sin perder la dignidad, inclinándonos sobre el que está caído en el camino, a fin de incorporarlo y rescatarlo. Detrás del caído se esconde el propio Dios, pues al atardecer de la vida seremos juzgados, no por nuestra obediencia a todos los dogmas y nuestra afiliación a tal o cual iglesia, ni por haber pagado fielmente los "diezmos" o haber sido ciudadanos honrados. No se nos juzgará por nada de eso, sino por el amor que hayamos manifestado para con el sediento, el hambriento y el desnudo. Quien haya asumido esta trans-descendencia escuchará las benditas palabras: "Vengan, hereden". Por eso, lo importante para el cristiano no es cuestión de epifanía, del Dios que viene y se anuncia; es cuestión de diafanía, del Dios que brota hacia afuera desde dentro de la realidad, del universo, del otro y del empobrecido.

 

La singularidad del cristianismo, por tanto, radica en la transparencia de ese hombre concreto, Jesús de Nazaret, hombre como nosotros, que murió, no en un accidente de carretera en Palestina, sino en la cruz, en un proceso de insurgencia, por haber tomado partido por los pobres y los humildes. El internalizó la experiencia al decir: "Tú eres hijo, y tú eres hija de Dios. En ti se encuentra el absoluto. Por eso, al amar al otro estás amando a Dios, pues el amor a Dios y el amor al prójimo son un mismo y único amor, un mismo y único movimiento".

 

Nada más grandioso. La transparencia significa poder ver en el otro a Dios naciendo de la profundidad de su corazón. Esta es la singularidad del cristianismo, a menudo oscurecido por el exceso de doctrinas y dogmas que han ido agregándose a esa experiencia originaria.

 


 

 

Entrevista a Pedro Casaldáliga, 21 de julio

 

 

¿De dónde aflora tanta violencia en el mundo?

El problema es fundamentalmente social. Yo sé que los conservadores, los capitalistas, se exasperan cuando insistimos en que la raíz de la inseguridad es la gran desigualdad. A muchos de ellos les gustaría que se dijera que es un problema de perversidad humana, que algunas personas nacen perversas, diabólicas, y que el único modo de curarlas es la cárcel, prisiones, policía y cadena perpetua. No se atreven a decir pena de muerte porque ya suena mal, pero, en el fondo, se les conoce en la cara que quisieran la pena de muerte. Quizás sienten nostalgia de la política social de Estados Unidos.

 

¿Cómo se deshace el abismo entre ricos y pobres?

No soy ningún especialista, pero me parece de sentido común que si no hay algún tipo de socialización de la tierra, en el campo y en la ciudad, en la educación, en la salud y en la comunicación, no habrá paz. Vendrán esos desequilibrios en cada localidad, en cada país y en todo el mundo. Y seguirán existiendo dos mundos.

 

Con tantas ONGs en el planeta, ¿es más posible ese otro mundo al que se refiere?

No sólo posible. Es necesario. Porque es una cuestión de vida o muerte, de exclusión o de inclusión, de humillación o de dignidad, de violencia o de paz. Por tanto, necesario y urgente. La humanidad no está pidiendo barnices, sino un cambio radical. Pide igualdad de derechos en las personas y en los pueblos, la socialización de bienes fundamentales y espíritu ecológico. Eso ya está apareciendo en la piel de la humanidad como una nueva sensibilidad. Hay voluntad de cambio, muy dispar, pero clara. El lema del Foro Social Mundial fue una bofetada al mundo del pensamiento único, el único mundo posible en el capitalismo neoliberal.

 

Desde el 11-S, el mundo parece estar dividido por religiones

Es muy fácil y simplista presentar la problemática de Oriente Próximo o del mundo árabe como un problema de cultura, de fundamentalismo religioso o fanatismo islámico. Se quiere esconder el interés del petróleo. Varios especialistas, analistas de Estados Unidos, ¡gringos!, han publicado la verdadera intención de la ocupación de Afganistán. Por ejemplo, se trata de hacer un oleoducto y no simplemente de pescar en el mar Arábigo.

 

Pero hay escuelas donde un velo puede provocar un conflicto

Hoy en día, con la mundialización, que lo es también de contactos, de intercambios, de viajes y migraciones, las culturas se encuentran y a veces, chocan. Es un desafío. Cargamos con una cultura de prejuicios. La educación ha de estar en la escuela, pero debería estar también en la familia y en los medios de comunicación. Aquí en Brasil, aunque hay todavía mucha discriminación con respecto al mundo negro, al indígena, se han instituido algunas leyes y hoy el negro y la negra se sienten orgullosos de su negritud. El calendario afroindígena, por ejemplo, se exhibe como una gloria.

 

¿Qué piensa de la ley de extranjería española?

Es una de las leyes más inhumanas. Sé que me dirán que por debajo de la problemática de la emigración está la economía, el paro de los nacionales. Pero hemos de llegar a la conclusión de que el mundo es uno y es para todos, y que no podemos exigir privilegios. El mundo no puede continuar con un 10% de privilegiados y un 90% de excluídos. O cabemos todos, o no va a caber nadie. Me duele muchísimo que España, un conglomerado de pueblos, históricamente un pasadizo de civilizaciones y culturas, de sangres mezcladas, me duele que España sea tan roñosa con las leyes de extranjería. Y me resulta muy antipático Aznar como político. Me parece raquítico de espíritu, además de sirviente y adulador del imperio y con mucha falta de la famosa hidalguía española, ¿dónde está?

 

¿Cree que a los países de los emigrantes les importan ellos?

No, porque no son políticos que estén interesados en sus pueblos, están interesados en sus bolsos, tienen el corazón allí donde tienen los dólares, o los euros ahora, tienen el corazón en Suiza, por ejemplo, o en alguno de esos paraísos fiscales.

 

En tiempos globales y con sus 35 años de apoyo al pueblo indígena, ¿qué futuro vislumbra para ellos?

Su futuro se tiene que ver como un problema y, a la vez, como una riqueza mundial. Hay indígenas en todo el mundo. Se tiene que ver de forma continental, por ejemplo los indios de América, y como una complementariedad. Son pueblos diferentes, con su riqueza y limitaciones, como todos los pueblos humanos. Hay que posibilitar su identidad, su alteridad, su autonomía y que los miremos de tú a tú, y no de arriba a abajo.

 

El equipo de salud de Sao Félix cuenta que cada vez hay más promiscuidad entre indígenas y no indígenas

Sí, al fin y al cabo, las culturas son dinámicas y los pueblos se entrecruzan. España mismo es una plataforma intercultural fabulosa, como toda Europa. No se trata de mantener a los pueblos indígenas aislados, sino de respetar sus derechos. La mayoría de pueblos indígenas de América Latina no quieren la independencia, no tienen ningún inconveniente en estar dentro del Estado de Brasil, pero con su tierra, su cultura y su autonomía.

 

Pero, en nombre del progreso, ¿no cree que la globalización les quitará sus tatuajes, sus ritos y su esencia?

No, porque está visto que, cuanto más se globaliza el mundo, más se aferran las identidades. La humanidad tiene necesidad de vivir con los pies en el suelo, no perder las raíces. Cuanto más se pretende una macrocultura dominadora, más reaccionan las culturas particulares.

 

¿Cree que el Papa debe retirarse?

Creo que sería bueno para él y para la Iglesia que se hubiera retirado en el momento oportuno. Con todo el cariño y el respeto que merece el heroísmo que debe significar mantenerse en el puesto, porque debe estar sufriendo mucho, retirarse sería un acto de humildad. Y hay muchísimos católicos, incluso muchos obispos y cardenales, que lo piensan, sólo que no lo dicen. Quienes no tenemos nada que perder, lo decimos. Yo creo que los cargos vitalicios no son oportunos ni en la sociedad ni en la Iglesia. Las personas somos humanas y tenemos límites. Los obispos se retiran a los 75 años, que ya son muchos. Yo ya estoy caduco y debería haberme retirado antes, pero no lo hice por otros motivos. Los compañeros no me dejaban.

 

¿Es un buen papa Juan Pablo II?

Yo siempre he reconocido su heroísmo. Pero uno quisiera verle más tercermundista, más dialogante, con otro tipo de curia romana, muy diferente de la actual. Que confiara más en las iglesias locales, que propiciara un catolicismo más católico y universal.

 

Este ha sido el papa de los santos, ¿de qué sirven hoy los santos?

Sirven para estimular a la sociedad. Gente de nuestra raza y condición, de nuestro tiempo, que ha sabido seguir a Jesucristo. Vamos a aprender un poco de ellos. Por eso, no se debería esperar cinco siglos para canonizar al salvadoreño Romero. Bueno, el pueblo ya lo ha canonizado. Si levanta el ánimo de las gentes de Centroamérica, de América Latina y si para nosotros ya es un san Romero de América, vamos a canonizarlo.

 

Quizás dependa un poco del dinero que se ponga sobre la mesa

Sí, lo que incomoda es que se exija tanto gasto para las beatificaciones y canonizaciones, por un lado y, por otro, que no se tenga libertad de espíritu y puntualidad profética para canonizar a esos que son de nuestros días, los que de verdad nos estimularían. Puede ser Romero, pero puede ser también la Madre Teresa.

 

¿Qué le parece la idea del Fórum de las Culturas en Barcelona?

Es una iniciativa muy importante. Recibo todas sus publicaciones. En nuestra agenda latinoamericana del 2002, el tema central fue el diálogo entre las culturas. La del 2003 será el diálogo entre las religiones. En el 2004, la agenda planteará nuestros respectivos fundamentalismos, para que hagamos un examen de conciencia y reconozcamos que todos somos fundamentalistas de una manera o de otra. Puede ser un fundamentalismo machista, islámico, cristiano, europeizante o gringo. Por eso, el Fórum es importantísimo. Si no hay diálogo entre las culturas, no habrá paz mundial. Si no hay diálogo interreligioso, no hay diálogo entre culturas, porque la religión es el alma de las culturas. El diálogo que no es desde el alma es superficial.

 

El próximo año, sus 75 años lo jubilan. ¿Es cierto que le gustaría instalarse en Angola?

Sí. Pero no quiero ir a África a dar trabajo. Dependerá de mi salud. Quedarme aquí, si llega un obispo amigo, estará bien. ¿Si no?, bueno, las comparaciones no son buenas.

 


 

 

Crítica al Acuerdo de Libre Comercio en las Américas (ALCA)

Adolfo Pérez Esquivel. Jornadas de Resistencia contra el ALCA

El 15 de julio se realizó en el Congreso Nacional en Quito el acto de lanzamiento público de las "Jornadas de Resistencia Continental contra el ALCA", programadas para el mes de octubre en esta misma ciudad, con la presencia del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y de diversos líderes sociales.

 

Las jornadas tendrán lugar del 27 de octubre al 1 de noviembre, coincidiendo con la reunión en Ecuador de los Ministros de Comercio de 34 países de América para continuar avanzando las negociaciones de la llamada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Estas jornadas "de lucha y resistencia" serán también "jornadas de educación popular, de reflexión, de análisis, de manifestaciones culturales y artísticas que representan la riqueza multicultural y multisectorial de nuestras luchas", sostiene la convocatoria. A continuación, las palabras de Adolfo Pérez Esquivel:

El ALCA va a afectar a toda la América Latina. Es un plan hegemónico colonialista que va a destruir la capacidad productiva de nuestros pueblos. No va a haber capacidad de competencia porque el libre mercado únicamente existe para Estados Unidos. Y creo que hoy la única posibilidad de superar este grave problema es a través de la unidad continental, así como aquí se lanza en el mes de octubre hasta noviembre la Jornada de Resistencia Continental, se está organizando en el resto de los países de América Latina.

 

Quisiera así muy brevemente señalar por lo menos cuáles son las consecuencias más graves de todo esto. Una es la remilitarización de América Latina que tiene que ver con el Plan Colombia y con el Plan Puebla Panamá para Centroamérica. Esta remilitarización es la instalación de bases militares norteamericanas en muchos países.

 

Hay un saqueo sin piedad de los recursos del pueblo. Lo que pasó en Ecuador, el saqueo sin piedad en los bancos, lo estamos sufriendo en este momento en Argentina y se está extendiendo a Uruguay y Brasil.

 

El otro eje que tenemos que tener muy en cuenta es que la aplicación del ALCA en este programa de remilitarización de América Latina, es la represión social.

 

Las hipótesis del conflicto de los ejércitos latinoamericanos bajo el mando del ejército de Estados Unidos es el control social. Hay documentos sobre esto que son muy claros. En esta hipótesis de conflicto los enemigos son organizaciones sociales, organismos no gubernamentales y enemigos potenciales, es decir, el eje del conflicto. Se considera a los propios pueblos, enemigos. Esto es necesario que lo analicen, que lo profundicen, para saber cuáles son las consecuencias.

 

A mí me llama la atención, que en esta reunión no estén los empresarios, porque van a ser las primeras víctimas, porque va a destruir la capacidad de la industria nacional, tanto agropecuaria como industrial. Y esto tiene que ver con la tremenda deuda externa que hoy afecta a los países y es la transferencia de capitales a los centros de poder.

 

Y la única forma que tenemos de superar estos interrogantes, qué podemos hacer, es la unidad y la organización social. Para tratar de revertir la grave situación que ponen a nuestro continente.

 

Tenemos que luchar por nuestra soberanía, por nuestras identidades culturales y tenemos que fortalecer a nivel latinoamericano los acuerdos regionales. Esta política lleva a la destrucción de los acuerdos regionales como el Mercosur, el Pacto Andino, el Centroamericano y el caribeño, y la única posibilidad que tenemos de revertir esto es a través de nuestras propias organizaciones. Los gobiernos hacen acuerdos a espaldas del pueblo.

Lamentablemente es la realidad. La única forma de cambiar esto es que los pueblos desconozcan total y absolutamente los acuerdos que haga cualquier gobierno a espaldas del pueblo. Y eso depende de nosotros, esto depende de la fuerza de los pueblos para comenzar a revertir, y hay que anunciar esto de que los pueblos desconocerán cualquier tratado que se hace a espaldas del mismo.

 

Yo estoy aquí para traerles la solidaridad y el apoyo, cuenten con todo lo que podamos hacer, siempre hemos estado aquí en Ecuador desde hace muchos años. No puedo dejar de recordar a ese hermano querido que siempre estuvo muy claro en lo que es la liberación de los pueblos que fue Leonidas Proaño. Así que a cada uno de ustedes, a las comunidades a todo lo que ustedes representan y que nos dignifican en América Latina, porque estamos muy atentos de todo el caminar de los pueblos originarios del Ecuador, les agradecemos de corazón el testimonio que dan de vida, de lucha y de dignidad.

 

 

Alfabetizar para leer la realidad

También las comunidades populares cuestionan el ALCA. He aquí un relato de las comunidades de Zonacosta, Usulután

Un analfabeta es alguien que, cuando abre un libro, se da cuenta de un montón de figuritas enganchadas, y viéndolas bien dice: "A saber lo que dice ahí. Yo no puedo descifrar esos ganchos". Pero una vez que estas personas van a la escuela y aprenden a leer y escribir, poco a poco van entendiendo.

 

Lo mismo pasa con el analfabeta de la realidad. Ve noticias en la televisión, oye noticias por la radio y lee noticias en los periódicos y al fin de cuentas ve, oye y lee todas estas cosas sin entender nada y dice: "A saber lo que quieren decir con todo esto, hay un montón de relatos pero no logro descifrar cómo están enganchados". Por eso es preciso emprender la alfabetización en las comunidades para poder leer la realidad, para que así puedan existir escuelas que hacen entender lo que pasa en nuestra realidad, lo que nos hacen a nosotros y no entendemos. Es necesario entender qué es lo que nos hacen. Por eso proclamamos que es impostergable la labor de alfabetización sobre la realidad.

 

La primera frase que queremos enseñar es una frase de Colin Powell, Secretario de Estado de Estados Unidos pronunciada el 24 de enero de 2002. "Nuestro objetivo con el ALCA es garantizar a las empresas norteamericanas el control de un territorio que va del polo ártico hasta el antártico, libre acceso sin ningún obstáculo o dificultad para nuestros productos, servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio".

 

Sólo esta frase nos hace entender mucho de lo que oímos, leemos o vemos en nuestra realidad. En El Salvador hablan constantemente de la activación del puerto de Cutuco, de la restauración de la vía del litoral, la reactivación de la ruta del tren y del tan necesario anillo periférico en San Salvador. Todo este trabajal va a generar muchos puestos de trabajo y va a dar resultados de lindas autopistas, menos atrasos en el tráfico, aparecer como un país moderno, avanzado y próspero. Pero seguimos sin entender, si no podemos leer la frase de Colin Powell: en realidad todo eso está en función de empresas norteamericanas, que quieren, sin obstáculo alguno, trasladar sus productos del polo norte hasta el polo sur.

 

Nos zumban en los oídos las noticias sobre los beneficios del TLC (Tratados de Libre Comercio). Hasta parece que por arte de magia que de un día para otro seremos desarrollados. Pero, ¿qué es lo que en El Salvaador podemos tratar en libre comercio? Lo único que exportamos es la miseria. Casi tres millones de salvadoreños están en Estados Unidos de Norteamérica, y la mayoría en forma ilegal. Se fueron por necesidad, por miseria y es lo único que podemos exportar, y sigue siendo ilegal. Lo único que llevan consigo son unos churros para el camino para poder llegar con vida. Por eso seguimos sin entender la realidad. Sólo si podemos leer la frase de Colin Powell sabemos que este tratado es para sus productos.

Oímos y vemos que hay que quitar los aranceles en las fronteras de los países (impuestos de aduana). Suena bonito, pero no sabemos quién se favorece con esto. En vista de que los pobres no producimos nada para exportar, no nos favorece en nada. Si hay unos salvadoreños que importan muchas cosas, como semilla transgénica, abonos y pesticidas y otras cosas más, a ellos les puede favorecer, pero nos preguntamos: ¿para qué si ya estos salvadoreños son tan ricos, que ya son dueños de todo, y para qué quieren más beneficios? Las demás empresas grandes son de otros países que sí se favorecerán. Y seguimos sin entender en qué existirá la gran ventaja. Solamente habiendo leído la frase de Colin Powell podemos entender que se trata de sus empresas que se beneficiarán con el no pagar impuestos a El Salvador. Impuestos que podrían servir para pagar medicinas o profesores para los pobres.

 

Así es que también se nos vienen las famosas "maquilas" en "zonas francas" (zonas de libre comercio donde no pagan impuestos las empresas) que nos vienen a ocupar brazos de pobres que se han quedado porque todavía no lograron emigrar. Pagan a estos brazos un sueldo de hambre y se aprovechan del libre comercio. Hay personas en nuestro país que ya saben por dónde va a pasar el anillo periférico y ya están comprando las tierras afectadas para luego tener el espacio para más maquilas, y justo al lado de la magnífica carretera con su espléndido acceso.

 

En vista de que todo está en función de la frase de Colin Powell nadie piensa en invertir para la producción. No hay producto que dé tanta ganancia como la emigración ilegal por necesidad. Esto produjo en el año 2001 más de dos mil millones de dólares en remesas a los familiares. Estos billetes verdes llegan a los banqueros que los absorben como pasto deseado.

 

De manera que queremos más emigrantes y a los que no han entendido el mensaje les podremos ofrecer el manjar de las maquilas. ¿No fue Francisco Flores quien dijo que quería convertir nuestra patria en una gran maquila para solucionar el problema del desempleo? Por de pronto estamos felices con que nuestros compatriotas en el Norte han logrado más tiempo de permanencia ya que todavía falta la construcción de más empresas que puedan absorber tanto brazo pobre contra sueldos mínimos.

 

Pero en la alfabetización de la realidad hay más palabras que aprender. La siguiente pregunta nos ayudará. ¿A través de qué instrumentos se hará el ALCA? Los instrumentos son la OMC (Organización Mundial del Comercio); el BM (Banco Mundial); y el FMI (Fondo Monetario Internacional). Estos organismos proveerán los fondos, mejor dicho los préstamos que nos darán para cumplir lo que han decidido, hipotecar aun más nuestros países y cobrar hasta los debidos intereses.

 

No obstante hay cosas que no están contempladas en el plan ALCA como por ejemplo: la salud para los pobres, la educación para los pobres y el trabajo digno para los pobres. Y son estas cosas las que sienten los pobres. El dengue nos sigue afectando como epidemia. Mientras tanto se discute si los muertos son muertes por negligencia o muertes por fallas administrativas, siguen más víctimas. Más de 1,500 casos de dengue clásico, más de 120 casos de dengue hemorrágico y 7 menores muertos. Y todo eso mientras un contingente de médicos cubanos y personal médico ofrecen venir gratis para combatir el dengue con la experiencia que tienen y le es negada la entrada. Esto lo sienten los pobres porque son sus hijos los que mueren. Y ni siquiera hemos hablado de la mayor causa de mortandad infantil que es la diarrea. Y mientras la procuradora del país Beatriz de Carrillo reclama el derecho a la salud y denuncia la negación de ese derecho en la creciente privatización, ella es amenazada a muerte por anónimos y por altos oficiales (lo publicó en una "Entrevista al día" en el canal 12).

 

Estas últimas semanas contamos cuatro jóvenes asesinados por riñas callejeras. Llenamos las cárceles de jóvenes, porque queremos que los jóvenes que asesinan sean considerados como adultos. Así las penas serán más drásticas. ¡Vaya educación! Pronto tendremos más cárceles que escuelas para la juventud. Pero esto también podría brindar mayor seguridad a las empresas de Colin Powell.

(Del boletín de la comunidad de Zonacosta)

 


 

 

 

Sida. Cada vez peor

En el anterior número comentamos la cumbre en Roma, 11 al 13 de junio, sobre el hambre en el mundo. Quedó constancia de la tragedia, 800 millones de hambrientos, y del egoísmo e hipocresía de los paíes ricos. Un mes después, del 7 al 13 de julio, se celebró en Barcelona otra cumbre importante sobre el sida. Otra tragedia.

 

Los datos. En su último informe sobre la pandemia la ONU pronostica un aterrador avance de la enfermedad de aquí al año 2020. Desde que se detectara el primer caso en 1981, el virus ha matado a 20 millones y ha dejado 14 millones de huérfanos. Tan sólo en 2001, el virus contagió a 5 millones de personas, la gran mayoría en Africa, y mató a 3 millones (2.2 millones en Africa). En estos momentos, 40 millones de personas son seropositivas, de las que 3 millones tienen menos de 15 años. En los próximos 20 años morirán al menos 70 millones de personas.

 

Africa es el continente desahuciado. Allí malviven 28,5 millones de personas infectadas, más del 70% de todas las víctimas mundiales, y allí se dio la mayoría de las nuevas infecciones del año pasado (3,5 millones).

 

Asia es la segunda zona del mundo más afectada, con 6,6 millones de infectados (un millón de casos nuevos en 2001). En China (que alberga una quinta parte de la población mundial y cuenta con 850.000 enfermos) las infecciones afectaron a segmentos cada vez más dispares de la población, como aldeas rurales, en muchos casos por transfusiones de sangre contaminada. India es el otro escenario peligroso: casi 4 millones de contagiados.

Desgraciadamente los datos y las previsiones parecen correctas. La ONU sigue apostando por la ayuda de los países ricos, pero éstos se resisten, a pesar de que Estados Unidos clasificó hace dos años el sida como amenaza a la seguridad, junto con el terrorismo y el narcotráfico. De los 10.000 millones de dólares solicitados hace dos años en la cumbre de Nueva York sólo se han recogido 3.000 millones. Hace falta dinero para comprar medicinas que los países pobres no pueden costear, aunque los prejuicios morales y la desinformación existentes en muchos de ellos constituyan quizás el obstáculo mayor a la contención de la enfermedad.

 

La desigualdad ante el acceso a los medicamentos contra el sida es abismal. Sólo el 2% de los seropositivos –unos 750.000 de los 40 millones que existen en el mundo– pueden medicarse con los costosos fArmacos antivirales, que no curan la enfermedad, pero que contienen su avance.

Dos nuevas clases de tratamiento llegarán al mercado en los próximos años. Uno, conocido como T-20 y creado por Roche y Trimeris, es el primer fármaco que impide que el virus entre en las células humanas, pero será mas caro que los actuales. Su comercialización se prevé para 2003. La otra novedad son los llamados "inhibidores de la integrasa", previstos por GlaxoSmithKline para 2006, que bloquean la integración de los genes del virus en el genoma humano. Nada de esto será de gran utilidad inmediata para el Tercer Mundo.

 

Giuseppe Lietta cree que gracias a los genéricos, presentaciones sin marca que no pagan patente, y cuestan poco más de 400 dólares, puede mejorar algo la situación. Es responsable clínico del Programa del Sida de la Comunidad de San Egidio, organización católica que ha comenzado un programa de tratamiento con antirretrovirales en Mozambique. Las 100 primeras pacientes –casi todas mujeres embarazadas– han mejorado notablemente con sólo 40 días de medicación.

 

Debacle en la solidaridad de los países ricos. En la cumbre, los gobiernos sólo se comprometieron a aportar el 27% de los 10.200 millones de dólares que deben pagar este año.

 

Oxfam Internacional y el resto de grandes ONG europeas denunciaron que los países que menos han aportado al Fondo Global para el Sida son precisamente aquellos que más riqueza tienen. Estados Unidos, por ejemplo, sólo se ha comprometido a aportar el 12,4% de lo que le corresponde en función de su producto nacional bruto. Japón y Alemania han aportado apenas el 10% y el 16,7%, respectivamente. En el otro extremo de la tabla se halla Holanda, que ya ha comprometido el 73%, o Suecia, con el 62%. Hay excepciones honrosas entre los países pobres, muchos de ellos comprometidos con el Fondo Global. Uganda ha comprometido ya el 80% del dinero que se le puede exigir.

El director ejecutivo de Onusida recordó los compromisos de los gobiernos en la última cumbre de Monterrey y en el último encuentro de los ocho países más industrializados del mundo para luchar contra el sida y la pobreza. "Las promesas ya se han hecho. Ahora falta que se cumplan". Cumplirlas significa aportar con urgencia el triple del dinero del que se ha recibido hasta la fecha. Faltan para este año más de 7.000 millones de dólares, y para el siguiente, otros 10.000, y así, cada año.

 

Esta falta de inversión por parte de los países ricos motivó una gran protesta en la conferencia de Barcelona. Alrededor de 50 activistas de diferentes ONG boicotearon la intervención del secretario de estado para la Salud de Estados Unidos, Tommy Thompson, quien tuvo que pronunciar su discurso entre silbidos y acusaciones de "asesino", y críticas a la política de la Administración de George W. Bush sobre el sida.

 

Recuadro

"No hemos venido aquí a renegociar promesas, estamos aquí para hacerlas cumplir. Los avances médicos no han influido a nivel político. Y sin compromiso político no hay dinero", Peter Piot, director de la Agencia de las Naciones Unidas contra el Sida.

 

"Si algo se ha de globalizar, es el derecho a la salud", Stefano Vella, presidente de la International AIDS Society.

 

"Se pensaba que la epidemia alcanzaría un límite natural en los países más afectados y dejaría de crecer, pero no ha sido el caso... La epidemia tiene el potencial de estallar en los próximos años, y su dinámica debe medirse en términos de décadas... Un número inaceptable de gobiernos e instituciones de la sociedad civil siguen sin reconocer la epidemia y no están actuando para evitar que se extienda ni para aliviar sus efectos", Onusida.

 

"Si como médico no atendiese a un paciente que necesita ayuda urgentemente, estaría cometiendo negligencia médica y podría ser acusado por este delito. Teniendo en cuenta que cada día mueren en el mundo más de 8.000 personas por no recibir tratamiento y que, pese a ello, la comunidad internacional rechaza financiar una respuesta global, estamos nada más y nada menos que frente a un crimen contra la humanidad", Morten Rotrup, Presidente de Médicos sin Fronteras.

 

"Las mujeres sufren con especial virulencia esta enfermedad, que las estigmatiza y las margina. Combatir la transmisión vertical del VIH, es decir, de la madre gestante al hijo, es uno de los caballos de batalla de la lucha contra el sida en los países pobres", Beatrice Were, portavoz de International Community of Women.

 


 

 

 

La verdadera deuda externa.

¿Quién le debe a quién?

Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuauhtémoc

ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea

Con lenguaje simple, que era trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Cacique Guaicaipuro Cuauhtémoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

 

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

 

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

 

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

 

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre los años 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

 

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

 

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

 

Yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "Marshalltezuma", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

 

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

 

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

 

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses, que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

 

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que en ocasiones los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 484.147 billones de kilos de oro y 42 trillones de kilos de plata. Es decir, masas que hoy equivalen a 212.345 millones de veces la producción mundial de oro por año, y 3.164 billones de veces la de plata. El total también corresponde al 70% de toda la corteza terrestre, o al 0,7% de todo el planeta.

 

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre? Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente; y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica...."

Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuatémoc dio su conferencia ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, no sabía que estaba exponiendo una tesis de Derecho Internacional para determinar LA VERDADERA DEUDA EXTERNA. Ahora sólo resta que algún gobierno latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los Tribunales Internacionales competentes.