Año XXIV, No. 526               1-29 de febrero, 2004

 

 

Elecciones 2004

 

1977-2004. XXVII ANIVERSARIO DE RUTILIO

 

INDICE

 

El Foro Social Mundial (FSM), Bombay, 16-21 de enero

Elecciones 2004

Malas costumbres

Karl Rahner teólogo y testigo de la fe

Noticias

Al servicio del pueblo

Recuerdo de Nelson Rutilio Lemus y de Manuel Solórzano

 

 

 

El Foro Social Mundial (FSM), Bombay, 16-21 de enero

 

           EL FSM nació en Porto Alegre (Brasil) en 2001 y allí se celebraron los dos siguientes. Este año se ha trasladado a Bombay para su cuarto encuentro. En 2005 volverá a Porto Alegre y en el 2006 se celebrará en África. Siempre en el Tercer Mundo. Ofrecemos a continuación cuatro breves reseñas-comentarios de un acontecimiento importante, que aquí en El Salvador suele pasar desapercibido. Sin embargo, en esos foros se juega mucho de nuestro futuro, desde abajo.

 

“Una aldaba para la conciencia”, Vida Nueva

 

           Bombay es la capital económica de la India. Una ciudad llena de contrastes, en donde se mezclan los más espectaculares movimientos financieros con la pobreza más extrema de cientos de miles de seres humanos. Durante cinco días, alrededor de 100,000 personas, representantes de las más diversas y heterogéneas organizaciones no gubernamentales, sindicatos y partidos de izquierda, se han reunido para hablar de la agricultura, los alimentos transgénicos, el comercio, el tráfico de armas, la guerra, la discriminación de la mujer, el sistema de castas, los derechos humanos, el trabajo infantil, la globalización…

           Han sido más de 3,000 los debates que se han celebrado en el FSM, con los que se ha pretendido conocer y exponer ante la opinión pública la realidad en la que estamos inmersos. Por eso, el FSM puede ser una alternativa al conformismo que impera en las sociedades más desarrolladas, en las que el bienestar hace muy difícil la crítica a un sistema que deja en la cuneta de la dignidad humana a cientos de millones de personas. Al margen de posturas estereotipadas hay una cosa evidente: vivimos en un mundo injusto, con unas relaciones injustas. Todos los informes ponen de manifiesto que se amplía la brecha entre los ricos y los pobres; que los primeros –unos más que otro– implantan su hegemonía política, económica, cultural y militar a los segundos. Un solo dato como ejemplo: nueve años después del nacimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC), creada para liberalizar el intercambio comercial, en el mundo hay cien millones más de pobres.

           La propia dispersión del movimiento hace difícil que el Foro Social pueda cambiar por sí mismo el sistema económico en el que estamos inmersos. Éste seguirá marcado por directrices como las del Foro Económico Mundial de Davos, que también se ha celebrado estos días, reuniendo a los máximos defensores de las políticas neoliberales, que no ponen barreras a situaciones manifiestamente injustas en aras de la competitividad, que van desde la explotación de mano de obra barata hasta la concesión de subvenciones a determinados productos que terminan por ahogar la producción de los más débiles. No se trata de combatir el comercio por combatirlo, sino hacerlo más justo y acabar con prácticas éticamente inaceptables.

           El Foro Social no va a ser la panacea, pero sí puede jugar el papel de aldaba que golpee la conciencia de quienes tienen la posibilidad de cambiar las cosas. Puede potenciar otro tipo de globalización que permita la creación de una sociedad más justa y solidaria, cuyo objetivo fundamental tiene que ser la dignidad del ser humano. Para los cristianos, una posibilidad de confirmar las palabras de Jesús: “Les aseguro que todo lo que hagan por el más humilde de mis hermanos, a mi me lo han hecho”. Como dice el propio lema del FSM, otro mundo es posible, si se quiere.

 

Reacción positiva de los jesuitas presentes en el encuentro

 

           En el foro ha participado una delegación de más de mil jesuitas. Según uno de los informes que han publicado, se señalan al menos tres de los foros realizados. 

           «El foro del desarrollo es el mejor. No hay debates teóricos, nada sobre teorías y modelos de desarrollo. Algunas experiencias que marchan bien: por ejemplo, una persona de Filipinas ha construido un conjunto de criterios para evaluar el modo de respetar los derechos económicos, sociales y culturales en su país. Por encima de todo, una denuncia

repetida, justa o inválida, de la globalización, de las instituciones internacionales y de las multinacionales».

           Un segundo foro es el de los derechos humanos. «Después de mucho tiempo las relaciones entre las diversas ONG se han fortalecido. Ya no es necesario probar la eficacia de una lucha más articulada. Los defensores de los derechos humanos están mejor protegidos, y mejor equipados cuando cuentan con el apoyo de una red grande. La lucha del mundo contra el terrorismo ha aumentado los temores de nuevos ataques contra los derechos humanos desde gobiernos autoritarios. Esto requerirá estrategias nuevas. A este grupo se pueden añadir los militantes pacifistas. Tienen un color asiático -Timor, Corea, Nepal, Tibet- incluso Palestina está presente».

           El tercer foro es indio. “Campesinos de Kerala que han venido a Mumbai por primera vez; pescadores de costa; artesanos, conductores de triciclos sin motor, defensores de los adivasis y de los dalits, militantes por la paz de Gujarat. En toda su enorme diversidad todos estos grupos hablan de la India. ¿Va a ser ésta la primera y última de sus reuniones? Los más afortunados, que reciben ayuda financiera de las grandes fundaciones e instituciones y que están bien representados a nivel internacional, se reunirán de nuevo. Los otros son los que más se han beneficiado de esta reunión. En cierto sentido, el foro de Mumbai ya se ha hecho indio».

 

Alternativas frente a la globalización en las intervenciones de las mujeres

 

           Por las Américas habló la indígena ecuatoriana, Blanca Chancoso, quien destacó que «El FSM se ha convertido en una verdadera organización de las naciones unidas porque aquí están los pueblos que no tenían voz».  Señaló el reto de seguir fortaleciendo este proceso de la sociedad civil en cada país y región del mundo, y destacó que la participación de mujeres y hombres en el Foro ha demostrado que es posible un mundo sin desigualdades y al mismo tiempo diverso.  También resaltó que el FSM convocó a quienes están desarrollando propuestas alternativas.

           Convocado por la Marcha Mundial de Mujeres, la Articulación de Mujeres de la CLOC/Vía Campesina, la Agencia Latinoamericana de Información -ALAI-, la Red de Mujeres Transformando la Economía -REMTE- y el Dialogo Sur/Sur LGBT, el evento inició con una conmovedora mística, organizada por la Vía Campesina, que a través de una representación alusiva a las semillas, puso en relieve la importancia de la diversidad.

           Julia Di Giovanni, de la REMTE, señaló que luego de las sustantivas acciones que los movimientos desplegaron en la Reunión Ministerial de la OMC en Cancún, que contribuyeron significativamente a su debacle, los movimientos sociales enfrentan el reto de diseñar una propuesta de integración de los pueblos, que tenga al centro las necesidades humanas y no la vitalidad del capital.

           Francisca Rodríguez, de la Vía Campesina, situó el papel central que ocupa la agricultura para la sobrevivencia de la humanidad, en particular porque de ella depende la soberanía alimentaria.  Hizo un llamado a la preservación de las semillas nativas o de transgénesis naturales.  Propuso que la humanidad dedicara un decenio a reparar las incongruencias pasadas y levantar algunas iniciativas para enrumbarse. Entre las temáticas a abordar figuran: soberanía alimentaria, semillas y diversidad.

           Irene León, del Área Mujeres de ALAI, habló sobre el tema de «Diversidad y pensamiento propio: hacia una comunicación democrática».  Al evocar el contexto, recordó que «hoy... los sistemas de comunicación son el mecanismo de punta a través del cual se consolida el proceso de la globalización, delineado, indiscutiblemente, a través de la puesta en marcha de la mayor infraestructura de la historia: la comunicacional». Teniendo presente la estrecha relación entre comunicación, globalización y construcción de sociedad, y la propuesta de una agenda social en esta materia, apeló al reconocimiento del derecho a la comunicación, al desarrollo de un marco ético universal basado en criterios de diversidad, pluralismo y paz, y a la democratización de los sistemas y medios de comunicación.

           Diane Matte, de la Marcha Mundial de las Mujeres, al abordar las estrategias para encarar la globalización, evocó la necesidad de enfrentar los problemas críticos de la humanidad a través de una agenda que coloque a las mujeres como puntal de los cambios y del desarrollo.  La agenda recomendada por la Marcha Mundial de Mujeres prioriza la erradicación de la pobreza, la violencia, el analfabetismo y apunta hacia el desarrollo de un modelo económico basado en la justicia social.

           Sylvia Borren, de NOVIB/Oxfam, puso en perspectiva, a la luz del proceso recorrido por el FSM, tanto las aperturas como los cuellos de botella que se presentan.  Respecto a las estrategias de cambios y propuestas proactivas hacia delante, sugirió poner más energía en los espacios de construcción de alternativas, como por ejemplo aquella de comercio justo.  Igualmente señaló que para que la diversidad sea una realidad, hay que construirla.

           Mheda Patkar, de Derechos Humanos y Cultura de Paz de la India, resaltó el papel central de los derechos humanos y la cultura de paz como aspectos centrales para la

construcción de «Otro Mundo Posible», como base para colocar iniciativas para que éste sea cada vez más viable.  Recalcó que el derecho a la vida está siendo violado por todos quienes se acomodan a los cambios globales con violencia, que nos rodean hoy en día.

           En un mensaje escrito dirigido al Panel, la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, recordó que «Esta cita en Bombay, India, debe servirnos para fortalecer nuestra

postura de resistencia frente a una globalización liderada por los poderosos del planeta, una globalización que lo arrasa todo y que no acepta posiciones alternativas. Pero también esta reunión debe servirnos para darle vigor a nuestra capacidad propositiva, dentro de lo cual es fundamental reevaluar nuestras propuestas.

           La resistencia cívica y pacífica y el espíritu crítico ya no bastan para enfrentar al actual modelo globalizador, pues se necesita ir más allá».

 

El significado del FSM, Theotonio dos Santos

 

           “Inmanuel Wallerstein tiene mucha razón cuando identifica estos movimientos antiglobalización con la revolución radical que emergió en los movimientos de 1968, la cual cuestionaba el conjunto de la idea de «modernización» y buscaba situarse adelante de la misma, en un nuevo plan histórico. Los ideólogos de la globalización han intentado apoderarse de este poderoso movimiento histórico al buscar identificar los profundos cambios que vivimos con la integración creciente de la humanidad en una sola civilización planetaria, en un retorno al pasado liberal que buscaron identificarla con el fin de la historia.

           De ahí el profundo malestar que asalta a la humanidad en las dos últimas décadas. Las relaciones sociales y las ideologías ultrapasadas buscan detener el avance de la humanidad para mantener sus privilegios y ventajas. Con esto limitan el avance del pensamiento humano y buscan insertar en sus instituciones arcaicas los movimientos revolucionarios que surgen en las bases mismas de la sociedad, limitándolos y constriñéndolos.

            El Foro Social Mundial y los movimientos anti globalización son el reflejo de la necesidad de toda una nueva generación de librarse de las cadenas impuestas por estas limitaciones reaccionarias. Ellos revelan incluso una sensibilidad colosal hacia las reivindicaciones de identidad cultural de las fuerzas y procesos sociales que parecerían los más arcaicos a ser superados por la falsa modernización”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Elecciones 2004

 

El 21 de mazo se celebran las elecciones presidenciales. Ofrecemos a continuación una reflexi-ón de José María Tojeira sobre la situacion del país 12 años después de los acuerdos de paz. Un análisis del CIDAI sobre la campaña. Una car-ta a Shafik Handal del presbítero Alcides Ernesto Herrera, quien ya escribió otra carta a Antonio Saca (véase el número 523, noviembre, 2003 de Carta a las Iglesias). Finalmente, publicamos una carta del Padre Pachi Loidi al Sr. Ivo Príamo Alvarenga.

 

Cultura de paz. A doce años de los Acuerdos de Paz

José M. Tojeira

 

           Hemos cumplido la semana pasada 12 años desde los acuerdos de paz. Una docena de años llena de u-na velocidad enorme. Rápidos ahora, al contrario de los años de la guerra, que, en camino hacia la paz, avanzaban muy lentamente, y asesinando a los mejores hijos de la paz, niños inocentes, población civil indefensa, maestros, curas, laicos y laicas comprometidos con la palabra evangélica. Sin embargo, mientras la paz avanzaba hacia una meta clara, regada incluso con sangre martirial, estos doce años veloces no tienen tan claro el rumbo. Muchos esperábamos que la paz marcaría el rumbo del futuro, construyendo una cultura diferente: con más democracia, con mayor respeto a los derechos económicos y sociales de la población, con capacidad de decir la verdad y pedir perdón en lo que fuera necesario, con mayor sensibilidad social y mayor opción por los débiles, los pobres, los menos favorecidos de nuestra sociedad. Pero la bullaranga (¿propaganda?), la economía y el poder no han trabajado lo suficiente como para reformar y transformar aquella vieja cultura, construida sobre el egoísmo y el dinero, sobre la ley del más fuerte e insensibilidad frente al débil.

           El ejército es más civilizado que en el pasado, mucho más. Pero no ha pedido perdón por sus crímenes, que con frecuencia fueron institucionales, ni por las complicidades, ocultamientos y hostilidad a la verdad que se manifestó corporativamente. La PNC es mejor que la Policía de Hacienda o la Guardia Nacional, aunque la comanden algunos de sus exmiembros. Pero sigue mintiendo con frecuencia, encubriendo una cierta brutalidad de algunos de sus agentes, no tanto como en el pasado claro, e incluso teniendo al frente, algunas temporadas, a gente que incitó, desde la omisión cómplice, a cometer crímenes atroces. El FMLN es hoy un partido democrático, que más allá de las acusaciones en su contra, respeta la institucionalidad establecida y mantiene, al menos, el diálogo con las necesidades de los pobres. Sin embargo no ha entendido que la gente ha quedado hastiada de la guerra y que no quiere recordar símbolos de la misma. Y que presentar a un exguerrillero como candidato a la presidencia hiere la conciencia de muchos. ARENA no es el partido del D’Abuisson insultante y agresivo (todos recordamos su comentario soez frente al cáncer del presidente Duarte, y otras cosas peores), pero se niega a cambiar su himno y sigue ofendiendo con él a tantas víctimas inocentes que fueron asesinadas por un anticomunismo tan bárbaro como estúpido.

           El PCN tiene excelentes personas en sus filas, especialmente en alcaldías, pero sigue tolerando corrup-tos en su cúpula. El CDU cuenta con personalidades de una hondura ética extraordinaria, pero pacta tranquilo con encubridores de crímenes denunciados por la Comi-sión de la Verdad. La Corte Suprema se esfuerza por mejorar el nivel de sus jueces, pero, salvo en algunas personas excepcionales, sigue siendo floja frente al poder ejecutivo, parcial a favor del más fuerte, cobarde y manipuladora del derecho cuando el poder establecido pone condiciones. En los aniversarios de paz, se olvida a las víctimas, que con su sangre forzaron las negociaciones y crearon un impresionante deseo de paz en el país. Y se exalta a quienes, si no fuera por el grito de las víctimas (que resonó en tantas partes, incluidas, quiero creer, en las conciencias de los contendientes), hubieran seguido matándose hasta no dejar a nadie vivo.

           Todo ha mejorado, y estamos en muchos sentidos mejor. Pero continúan unos lastres, una ponzoñas en medio de las nuevas estructuras, de tal calibre, que la dirección del país no acaba de verse clara. En tiempo de aquella guerra irracional y cruel caminábamos hacia la paz. Ahora muchos se preguntan hacia dónde vamos. Los paraísos que nos pinta el presidente no hacen sino descorazonar a muchos. ¿Cómo se puede jugar con la mentira mientras un pueblo se mantiene en el sufrimiento? ¿De seguir así volveremos a tener conflictos sangrientos en nuestra historia? ¿No se está dando ya un conflicto de violencia irracional, fruto de la pobreza y la falta de perspectiva, que se manifiesta en suicidios, en accidentes locos de tránsito, en violencia intrafamiliar, en maras y guerra contra las maras?

           Más allá de los logros concretos de los Acuerdos de Paz, y de su evolución más o menos positiva, debemos contemplar la cultura de paz de la que los mismos proceden. Los Acuerdos fueron el triunfo de una cultura que ciertamente ni era patrimonio exclusivo de los firmantes ni eran ellos sus mejores exponentes. Reconstruir hoy esa cultura de paz, ponerle metas concretas, borrar todo lo que de alguna manera se opone a ella, es una tarea pendiente y urgente.

           Pendiente en mayor preocupación por las víctimas de nuestra sociedad, que siguen siendo muchas. Pen-diente en el mejoramiento y reforma de estructuras que siguen siendo caducas, desde la configuración del Tribunal electoral, a las estructuras socioeconómicas de redistribución de la riqueza y el bienestar. Pendiente en el machismo, en la violencia, en la educación tan necesitada de mayor apoyo. En tantas otras cosas más.

           Ponernos a trabajar con humildad, paso a paso, con buena voluntad, logrando consensos, mostrando año con año que vamos cambiando lo que estorba a la cultura de paz, que hay avances en lo que es claro que se de-be avanzar, es la única manera digna de celebrar los A-cuerdos. Ojalá lo podamos demostrar con hechos.

 

 

 

El desarrollo de la campaña electoral

 

CIDAI

 

Se trata de la tercera campaña presidencial desde la firma de los Acuerdos de Paz y por ello es necesario preguntarse en qué medida la sociedad se va impregnando de una cultura de elecciones democrática.

           Descarrilamiento de la institución electoral. La violencia se ha enseñoreado de la contienda electoral. Hay ya decenas de heridos y algunos muertos de los dos partidos mayoritarios. La presencia en la prensa de ambos partidos mayoritarios debido, en gran medida a esa violencia, ha dado lugar a mucha discusión sobre la cultura política del país doce años después de la firma de la paz y sobre la falta de credibilidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE). En torno a este último, los hechos han demostrado que hace falta una nueva generación de reformas que adecúe la institucionalidad del organismo electoral con la realidad actual del país. Pero esto no constituye un problema importante para los partidos. Lo que sucede lo tratan como un asunto menor. La «confianza» de la que goza el tribunal electoral ante los partidos se debe a la posibilidad de supervisión eficaz con que cuentan éstos al interior del organismo.

           Pero los hechos siguen en pie. En primer lugar, están los ciudadanos muertos o lesionados en los enfren-tamientos entre ARENA y el FMLN. Además, va aumentando el descrédito del sistema político. La percepci-ón generalizada es que hay un cierto maridaje malsano por mantener una institución electoral deficiente que desentona con el espíritu de los Acuerdos de Paz.

           En segundo lugar, no se puede olvidar a las vícti-mas políticas del débil TSE. Hay muchos partidos afectados por el poco poder con que cuentan los magistrados. No cabe duda, por ejemplo, que el inicio adelantado de la campaña electoral por parte de ARENA y del FMLN fue un factor importante que afectó negativamente a los partidos más pequeños. Lo mismo puede decirse del uso de dinero público por parte del Ejecutivo para promocionar al partido en el poder. Baste con citar la saturación de propaganda sobre las supuestas realizaciones del actual gobierno o el caso de la reciente «Feria del Progreso». En ambos casos, el dinero de los contribuyentes se usa para demostrar las bondades del modelo socioeconómico del partido oficial.

           Por otro lado, sigue sin resolverse varios casos de aparente disfunción del Registro Electoral. Se ha de-nunciado la duplicación de documentos de identidad, al mismo tiempo que se habla de irregularidades en miles de documentos entregados por el tribunal electoral.

           Una campaña sin propuestas. A estas alturas de la campaña poco se ha hablado de las propuestas de los candidatos. En las pocas ocasiones en que el asunto se ha abordado, no se ha tocado el tema del finan-ciamiento de los proyectos anunciados, ni mucho menos se ha hablado con seriedad de las diferencias entre los distintos proyectos. No cabe duda que en estos silencios tienen una gran responsabilidad los medios de comunicación, que han privilegiado asuntos banales sobre lo sustancial, haciéndole el juego, además, al partido oficial. Desde el inicio de la carrera electoral, ARENA ha hecho de la bandera anticomunista su principal tema de campaña. Los dirigentes de este partido siguen apostando a que será suficiente el miedo a la inestabilidad para que los salvadoreños le vuelvan a dar su respaldo en las urnas.

            El FMLN, por su parte, dice privilegiar la difusión de su programa de gobierno por medio del contacto directo con la población. Así, se ha inaugurado una mo-dalidad de visitas casa por casa, entregando versiones resumidas del programa de este partido. Si bien esta es-trategia puede mostrarse eficaz para contrarrestar la propaganda contraria que destilan los principales medios afines a ARENA, tampoco bastan estas visitas para cali-brar la seriedad de las propuestas, la responsabilidad de los ofrecimientos de campaña o la posibilidad de en-contrar recursos estatales para llevarlos a cabo.

            En conclusión, ambos partidos están embarcados en una campaña negativa. ARENA porque hace del miedo a la supuesta amenaza comunista su principal ar-gumento político. El FMLN, por hacer del rechazo al deterioro en la situación socioeconómica su principal arma de campaña. ARENA trata a los salvadoreños como dóciles e ingenuos infantes que se adherirán a su cruzada anticomunista. El FMLN piensa que el hambre, la preca-riedad económica y el desempleo serán suficientes para derrotarle.

            En este marco, los partidos llamados alternativos al enfrentamiento entre la izquierda y la derecha no han podido establecer la diferencia. Los distintos sondeos de opinión los relegan a unos distantes tercero y cuarto lu-gar sin posibilidades. La coalición PDC-CDU y el PCN han mostrado poca creatividad. No han podido revertir su situación desventajosa, sino que han dado la impre-sión de hacer el juego al discurso impuesto por los dos partidos más grandes.

            La polarización de la campaña no ha aportado mucho a la madurez del país, ni ha permitido abordar los temas que más preocupan a los salvadoreños. En este sentido, la tercera campaña presidencial desde la firma de los Acuerdos de Paz, aparte del mayor grado de violencia registrado, no se ha diferenciado de las campañas anteriores.

            Perspectivas de desenlace. Pese a todas las defi-ciencias señaladas, la actual campaña se desarrolla en un ambiente de cerrada competencia.  Las últimas encuestas, anuncian un cierto acercamiento entre los dos partidos mayores. Basta fijarse en el recrudecimien-to de la violencia electoral para hacerse una idea de lo anterior.

            En este sentido, se ha observado una cierta ten-dencia a la descalificación mutua entre el FMLN y A-RENA. Un dirigente de ARENA declaró recientemente que el crecimiento experimentado por el FMLN se debe posiblemente al letargo de sus militantes debido a las distancias abismales en encuestas anteriores. En cambio, para el FMLN se trata del fruto de sus esfuerzos por explicar a los electores las bondades de su proyecto y el compromiso de sus candidatos con un cambio de rumbo en la actual situación del país.

            Todavía falta por confirmar si se trata de un cam-bio drástico en el curso de la campaña. En todo caso, hay un hecho que cabe resaltar: se trata de la casi segura muerte política de Héctor Silva. Más allá de las múlti-ples razones que se puedan dar al respecto, lo cierto es que la coalición se prepara a vivir un descalabro elec-toral de grandes proporciones. Si ocurre tal cosa en las elecciones del 21 de marzo, el gran perdedor será, sin duda, el ex alcalde de San Salvador. Habrá que reflexio-nar en otro momento sobre la anunciada derrota del llamado proyecto alternativo de la tercera fuerza. De momento, el caso de Silva demuestra que no es sufi-ciente la simpatía popular de un candidato para ganar las elecciones presidenciales en El Salvador.

 

 

Carta a Schafik Handal

 

Nueva Granada, 15 de enero de 2004

 

Señor Jorge Schafik Handal

Candidato a la Presidencia

Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)

 

Estimado Señor Handal:

 

           Sea bienvenido a Nueva Granada. Le agradezco a su partido la oportunidad de dirigirle unas palabras. A los candidatos presidenciales que han pasado por este municipio, el Señor Elías Antonio Saca y Usted, he querido decirles cómo nos encontramos aquí en Nueva Granada. Usted y su partido son los que me han permitido expresar mis ideas. No es de extrañar que el partido de Arena me negara ese derecho en su consulta «hablemos con libertad», pues para ellos hablar con libertad es una estrategia electoral y no escuchan a los que difieren de su análisis o visión de país. Y digo que no es de extrañar, pues quienes se dicen los defensores de la libertad son quienes la han pisoteado durante toda la historia de nuestro país. No sólo han reprimido a nuestro pueblo con antimotines, torturas y hasta masacrándolo, sino a todo aquel que piense diferente a ellos. Tenemos como ejemplo el asesinato de cientos de catequistas, a los Jesuitas y a Monseñor Romero.

           Señor Handal, en El Salvador necesitamos cambios radicales como los que anunciaba la virgen María: «El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide sin nada» (Lucas 1, 52-53). Quienes opinan que un cambio radical no es bueno para el país, porque la economía es como un trailer que va a cien kilómetros por hora y si se da un viraje brusco puede volcar, no se han dado cuenta que el trailer ¡está estacionado! y que los ayudantes del motorista se están robando lo que está en el vagón. Hay otros que dicen que estamos llegando a la cima de la montaña y cambiar de rumbo es volver al pasado ¡debemos tener paciencia! Ese cuento nos lo vienen diciendo desde hace más de cien años y los pobres seguimos igual. Pasa generación tras generación sin aprender a leer y escribir, sin acceso a la salud, ni a la vivienda, mucho menos al trabajo y nos siguen diciendo que tengamos paciencia. Yo por eso creo en las palabras de la virgen María: lo que hay que combatir no es la pobreza, sino la riqueza que está en pocas manos. Y esto no es odio o lucha de clases es la justicia que nos enseña la Biblia.

           Señor Handal, muchos salvadoreños tienen puesta la confianza en usted y el partido FMLN, pues ven la oportunidad de cambio. Esperamos un gobierno transpa-rente y honesto, que elimine la corrupción y los corrup-tos no sigan impunes. Que ya no tengamos fraudes como los de FOMIEXPORT, FINSEPRO, CREDISA, CRE-DICLUB, SEGURO SOCIAL, FEDEFUT, EXPATRU-LLEROS, ABONO, ANDA y otros tantos actos de corrupción más.

           Señor Handal, queremos un gobierno que diga la verdad a nuestro pueblo y a la comunidad internacional. Ya estamos cansados de escuchar discursos como los del Presidente Francisco Flores en la Cumbre Extra-ordinaria de las Américas en Monterrey, México, donde dijo: «Después de haber sufrido dos profundos terremotos en el 2001, seis meses después habían desaparecido todas las señales de esos terremotos». Invitaría al señor Presidente que visite Santiago de María y encontrará cuatro albergues (Incafé, Modelo, Fátima María y Montebello 2) con más de 500 damnificados del terremoto a los que no se les ha solucionado el problema de vivienda. También puede ir por la Carretera el Litoral, cerca de San Agustín hay unas 425 familias, damnificadas del terremoto, viviendo en champas de lámina y en espera de una vivienda digna. Unos kilómetros más adelante, cerca del cantón Tierra Blanca ¡todavía hay unas 300 familias damnificadas del Mitch!

           Ya no queremos mentiras como la dicha en la Conferencia de las Américas, el 23 de octubre en Miami, en las que expresaba que «en los últimos cuatro años, cada día construimos un kilómetro nuevo de vías asfaltadas para comunicar a las ciudades con las municipalidades incomunicadas».  Al pasar por la calle del Triunfo a Sesori, de San Luis de la Reina a Nuevo Edén de San Juan o de Ciudad Barrio a San Luis de la Reina, me pregunto si las carreteras que anuncia Francisco Flores son para comunicar a las municipalidades incomunicadas o las carreteras construidas son las que se contemplan en el Plan Puebla Panamá. Carreteras construidas con el impuesto que pagan los lugareños de la zona norte de San Miguel.

           Señor Handal, la realidad que vivimos en Nueva Granada no se parece a los discursos de Arena. Aquí los campesinos ganan $2.28 al día. Como le dije al Señor Saca, no les alcanza ni para comprar un frasquito de Cofal, mucho menos para poner sus hijos a estudiar o tener una alimentación adecuada. En nueva Granada no debemos enfermarnos de noche, ni los sábados y domingo, pues la Unidad de Salud sólo trabaja días y horas laborales: de 8:00 am a 4:00 pm y de lunes a viernes. Además debemos hacer colectas para pagar las reparaciones del vehículo, la luz eléctrica, el teléfono y hasta el agua, pues muchas veces cae en mora por descuido del SIBASI.

           En Nueva Granada la pobreza clama justicia. La mayoría de las comunidades no tiene acceso a agua potable, muchas familias no tienen energía eléctrica porque no pueden pagar la tarifa; una buena porción de la población come a diario tortillas con sal y limón; hogares que viven en casas con techos de láminas y paredes de ajonjolí. Aquí no hay fuentes de trabajo, el único medio de subsistencia es la agricultura, el jornal diario. Nuestros jóvenes tienen que emigrar a los Estados Unidos en búsqueda de oportunidades para mejorar su situación económica familiar, no es como dice el plan de gobierno de Arena que nuestra gente se va en busca de «nuevas oportunidades», como que si aquí las hubiera. Más bien se van porque no hay oportunidades.

Señor Handal, espero no sea la primera y última vez que lo vemos por este pueblo ¡que no sea una estrategia electoral!, sino el primer acercamiento con los pobladores de este municipio que tienen puesta la confianza en el FMLN.

           

Atentamente,

 

Pbro. Alcides Ernesto Herrera G.

Administrador Parroquial de Nueva Granada

 

 

Carta abierta al Sr. Ivo Príamo Alvarenga

 

Estimado Sr. Alvarenga:

 

           Usted escribió un artículo relacionado con la Iglesia Católica el día 7 de enero en La Prensa Gráfica; y el 21 del mismo mes ha escrito otro, en el que pide disculpas por el anterior. Cuando leí el primer artículo, pensé en escribirle. El tiempo pasó y no lo hice. Después de leer el segundo, decido enviarle esta carta abierta, sine ira et estudio, que diría Salustio, con unos pocos comentarios, entre los varios que me gustaría hacerle.

           Comienzo por decirle que comparto con usted una doble necesidad: que haya verdadera separación entre la Iglesia y el Estado y que la Iglesia no adopte opciones partidistas. Por otro lado, también me siento identificado con usted en su fe, una fe expresada con gran firmeza, por encima de los graves errores habidos en la Iglesia.

           Usted alude al Concilio Vaticano II para apoyar sus afirmaciones. Convendría añadir que ese mismo Concilio está exigiendo a los cristianos la acción en la sociedad, no sólo con la caridad, sino también con la promoción de las personas y el compromiso transformador de dimensión sociopolítica. La jerarquía y los sacerdotes han de hacerlo sin opciones partidistas; pero pueden y deben emitir juicios morales sobre la sociedad y los gobiernos, nacional e internacionalmente, en todos los campos. Esta es una obligación grave de todos ellos.

           Lo que ocurre es que mucha gente católica no acepta las críticas de la jerarquía a las situaciones incorrectas, cuando afectan a sus intereses o a sus partidos. Quieren una Iglesia silenciosa, que hable del Espíritu Santo, pero no de los pobres y la justicia. Usted hizo una referencia directa al obispo auxiliar Gregorio Rosa Chávez. Yo creo que ahí se pasó, al dar la impresión de que calificaba como opción partidista lo que no era más que un juicio ético, basado en un principio cristiano tan fundamental como la dignidad de la persona humana, incluso criminal.

           La separación de la Iglesia y el Estado y la exclusión de las opciones partidistas por parte de la jerarquía no significan ausencia del mundo sociopolítico. El Concilio, al que usted apela, dice todo el contrario: obligación de «meterse» en ese campo, cada cual en su orden.

           Permítame, Señor Alvarenga, que le diga cuál es la pregunta clave que me hago a mí mismo: ¿Qué pesa más en mi vida: mi opción por un partido determinado o mi fe cristiana? Mi fe cristiana ¿no debe influir en mis opciones políticas, hasta llevarme a cambiarlas cuando sea preciso? Si me ofendo cuando la Iglesia critica una determinada ley o actuación de un gobierno, ¿no será que pesa más en mí mi opción partidista que el Evangelio?

           Personalmente, no soy amigo de calificaciones globales: creo que hemos de analizar cada caso y cada elección. En este discernimiento, el evangelio y la doctrina social de la Iglesia debieran ser nuestra pauta. Y, si esto es así, ¿cree usted que hay algún partido político en América Latina que sea más  crítico con la realidad que la enseñanza social de Juan Pablo II, independientemente del partido gobernante?

           Por otro lado, en su segundo artículo la disculpa se convierte casi en una acusación, seguida de una leve petición de perdón. Es cierto que en la historia de la I-glesia ha habido pecados terribles. Usted reconoce a con-tinuación que «en infinitas ocasiones, en numerosos países, la jerarquía oficial y desde luego héroes individuales, sufrieron persecución y martirio de la tiranías, especialmente los totalitarismos ateos, como los comunistas». Pero ¿no habría que afirmar además que ningún grupo humano ha derramado por la Humanidad tanta sangre como la Iglesia Católica? Y ¿es suficiente aludir a los totalitarismos ateos y comunistas, cuando, por toda América Latina, la Iglesia y muchos cristianos han sido perseguidos por agentes de filiación cristiana? Estos hechos no se pueden dejar de lado, porque muestran que muchos católicos están con la Iglesia cuando ésta apoya sus intereses o se calla ante la injusticia. Recuerdo el revuelo que se armó entre ciertos católicos de los Estados Unidos, cuando Pablo VI publicó la ‘Populorum Progressio’, o cuando los Obispos de ese mismo País decidieron publicar su famosa carta pastoral ‘Justicia económica para todos’; el mismo presidente Reagan les pidió algunos importantes cambios, que ellos aceptaron sólo parcialmente. Por el lado opuesto, recuerdo también la airada reacción de los Socialistas gobernantes en España, cuando Caritas publicó que había ocho millones de pobres. Pero en ninguno de estos casos llegó la sangre al río, como llegó, y con crímenes horrendos, en varios países de gobiernos cristianos.

            Me gustaría hablar más con usted sobre estas cuestiones: creo que nos entenderíamos en más de un punto, puesto que los dos tenemos firme nuestra fe, por la misericordia de Dios. Le saludo cordialmente y me suscribo su seguro servidor.

 

Padre Pachi Loidi

Círculo solidario

 

 

 

 

 

Malas costumbres

           Un pequeño gesto de dignidad nacional desató un tremendo escándalo a principios de este año. En todo el mundo la prensa le dedicó títulos de primera página, como informando de algo rarísimo, algo así como: «Hombre muerde perro».

           ¿Qué había ocurrido? Brasil estaba exigiendo a los visitantes estadounidenses lo mismo que Estados Unidos exige a los visitantes brasileños: visa en el pasaporte y fichaje en la frontera, incluyendo foto y huella digital.

           Muchos condenaron ese acto de normalidad como una expresión de peligrosa locura. Quizá, si el mundo no estuviera tan mal acostumbrado, las cosas se hubieran visto de otro modo. Al fin y al cabo, lo anormal no era que el presidente Lula actuara así, sino que fuera el único: lo anormal era que los demás aceptaran sin chistar esas condiciones que Bush impuso a todos los países, con excepción de unos pocos privilegiados que están más allá de cualquier sospecha de terrorismo y maldad.

           Todo se explicaba, faltaba más, por el 11 de septiembre. Esta tragedia, que el presidente Bush sigue utilizando como una póliza de perpetua impunidad, obliga a su país a defenderse sin bajar nunca la guardia

           Sin embargo, como cualquiera sabe, ningún brasileño ha tenido nada que ver con la caída de las Torres Gemelas de Nueva York. En cambio, como pocos recuerdan, el más grave atentado terrorista de toda la historia del Brasil, el golpe de estado de 1964, contó con la fundamental participación política, económica, militar y periodística de los Estados Unidos.

           Este asunto de los fichajes de viajeros, que tanto lío armó, no es más que un caso de justicia retributiva, y sería ridículo confundirlo con una tardía venganza histórica. Pero las rutinas de la indignidad tienen mucho que ver, en América latina, con la mala costumbre de la amnesia, de modo que no está demás recordar que la participación oficial y oficiosa de los Estados Unidos en aquel golpe de Estado terrorista ha sido documentalmente probada y confesada por sus principales actores. Y valdría la pena recordar también que ese cuartelazo no sólo abrió paso a una larga dictadura militar, sino que además asesinó y sepultó las reformas sociales que el gobierno democrático de Joao Goulart estaba llevando adelante para que fuera menos injusto el país más injusto del mundo.

           Aquel impulso justiciero demoró cuarenta años en resucitar. En esos cuarenta años, ¿cuántos niños brasileños murieron de hambre? El terrorismo que mata por hambre no es menos abominable que el que mata por bomba.

           Malas costumbres: indignidad, amnesia, resignación. Por miedo, nos cuesta cambiarlas; por pereza mental, nos cuesta imaginarnos sin ellas.

           Se nos hace inconcebible el revés de la trama, la contracara de cada cara. Preguntarnos, pongamos por caso, ¿qué hubiera pasado si Irak hubiera invadido Estados Unidos, con el pretexto de que Estados Unidos tiene armas de destrucción masiva?

           ¿Y si la embajada de Venezuela en Washington hubiera impulsado y aplaudido un golpe de Estado contra George W. Bush, como hizo la embajada de Estados Unidos en Caracas contra Hugo Chávez? ¿Y si el gobierno de Cuba hubiera organizado 637 tentativas de asesinato contra los presidentes de los Estados Unidos, en respuesta a las 637 veces que intentaron matar a Fidel Castro?

           ¿Y qué pasaría si los países del sur del mundo se negaran a aceptar ni una sola de las condiciones impuestas por el Fondo Monetario y el Banco Mundial, a menos que estos organismos empezaran por imponerlas a Estados Unidos, que es el mayor deudor del planeta? ¿Y si el sur aplicara los subsidios y los aranceles que los países ricos practican en casa y prohíben afuera? ¿Y si?

           Malas costumbres: el fatalismo. Aceptamos lo inaceptable como si fuera parte del orden natural de las cosas y como si no hubiera otro orden posible. El sol enfría, la libertad oprime, la integración desintegra: nos guste o no nos guste, no hay manera de evitarlo. Elija usted entre eso o eso. Así se vende, por ejemplo, el ALCA.

           Allá en el principio de los tiempos, el viejo Zeus, el mandón mayor, no se equivocó. Entre  todos los moradores del Olimpo griego, Hermes era el más mentiroso, el tramposo que a todos engañaba, el ladrón que todo robaba. Zeus le regaló unas sandalias con alitas de oro y lo nombró dios del comercio. Fue Hermes, después llamado Mercurio, quien engendró la Organización Mundial del Comercio, el Nafta, el ALCA y otras criaturas concebidas a su imagen y semejanza.

           El NAFTA el acuerdo comercial entre los Estados Unidos, Canadá y México, acaba de cumplir diez años. La mano de Hermes ha guiado, paso a paso, toda su infancia. Vida y obra del Nafta, primera década: recordemos no más que un par de episodios reveladores de lo que nos espera si se concreta el ALCA y esta llamada libertad de comercio, humilladora de soberanías, se extiende a todo el espacio americano:

           - En 1996, el gobierno de Canadá prohibió la venta de «una neurotoxina peligrosa para la salud humana». Era un aditivo para la gasolina, fabricado por la empresa estadounidense Ethyl. Ese aditivo tóxico, prohibido en los Estados  Unidos, sólo se vendía en Canadá. La empresa Ethyl, que lleva muchos años dedicada a la noble misión de envenenar a los países extranjeros reaccionó demandando al estado canadiense porque la prohibición de su producto liquidaba sus ventas, dañaba su reputación e implicaba «una expropiación». Los abogados canadienses advirtieron a su gobierno que estaba perdido: no había nada que hacer. En el Nafta, las empresas mandan. A mediados de 1998, el gobierno de Canadá levantó la prohibición, pagó una indemnización de trece millones de dólares a la empresa Ethyl y le pidió disculpas.

           - En 1995, otra empresa estadounidense, Metalclad, no pudo reabrir un depósito de basura tóxica en el estado mexicano de San Luis Potosí. Lo impidió la población, machetes en mano, para que la empresa basurera no continuara envenenando la tierra y las capas subterráneas de agua. Metalclad demandó al gobierno de México por ese «acto de expropiación». Según lo establecido por el tratado de libre comercio, en el año 2001 la empresa recibió una indemnización de diecisiete millones de dólares.

           La Organización de las Naciones Unidas nació al fin de la Segunda Guerra Mundial. John Fitzgerald Kennedy y Orson Welles estuvieron entre los dos mil quinientos periodistas que publicaron crónicas del gran acontecimiento. La Carta fundacional de las Naciones Unidas estableció «la igualdad de derechos de las naciones grandes y pequeñas». Era la gran promesa: a partir de la igualdad soberana de todos sus miembros, el nuevo organismo internacional iba a cambiar el rumbo de la historia de la humanidad. Sesenta años después, a la vista está. Cambió para peor

           Pero las malas costumbres no son un destino, y son cada vez más los países que se están hartando de recitar el papel del bobo en esta gran farsa universal.

           Hace un año, comprobaba Thomas Dawson, vocero del Fondo Monetario Internacional: «Tenemos muchos alumnos destacados en América latina». Era el  lenguaje de siempre. Ahora, advierte el  presidente argentino Néstor Kirchner: «Ya no somos alfombra». Es el nuevo lenguaje.

           Nuevo lenguaje, nueva actitud. Nuestros países se llevan muy mal con sus pueblos y se llevan todavía peor con sus vecinos, y ésta es una larga y triste historia de divorcios. Pero las más recientes reuniones internacionales -en Cancún, en Monterrey- han sido sacudidas por el soplo de vientos que el aire agradece.

           Después de tantos años de soledad, los débiles estamos empezando a entender que por separado estamos fritos. Ya pocos creen, como el presidente uruguayo Jorge Batlle, que todavía podemos aspirar a ser mendigos felices. Hasta los más cabezaduras se están convenciendo de que en este vasto humilladero, donde los poderosos practican impunemente el proteccionismo comercial, la extorsión financiera y la violencia militar, la dignidad es compartida o no es.

           Habría que apurarse, digo yo, antes de que quedemos igualitos a las fotos ésas que están  llegando de Marte.

 

 

 

 

 

 

Karl Rahner teólogo y testigo de la fe

 

           El 5 de marzo de 2004 Karl Rahner hubiera cumplido 100 años, y el 30 de marzo se celebran los 20 años de su muerte. Este doble aniversario ha dado lugar a muchos eventos en el mundo entero para recordar al gran teólogo y sobre todo, para asumir los retos que nos deja hasta hoy. Su asistente y amigo Karl Lehmann, hoy cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal alemana, recalcó el 31 de enero de este año en un gran acto commemorativo en Friburgo la profunda fe y la pasión por el misterio de Dios en Rahner. Y lo defendió de las falsas acusaciones del lado ultraconservador de la Iglesia que hasta el día de hoy lo tildan de hereje.

           En lo personal tengo que confesar que Karl Rahner fue uno de los jesuitas que más influyeron en mi decisión de entrar en la Compañia de Jesús. En sus escritos me impresionó su honradez intelectual y su profundidad espiritual. Cuando yo era estudiante de filosofía en München conviví con él durante algunos meses en la misma comunidad. Se comportaba muy amablemente con nosotros, los jóvenes estudiantes. Una de sus pasiones era viajar en carro, y, como no sabía manejar, nos pedía que le lleváramos a dar un paseo en carro y compartir otra de sus pasiones: el sorbete. Todavía recuerdo cuando le pregunté cuál era el mejor camino para conocer su teología. Primero me contestó modestamente: “no tengo teología”. Pero después me recomendó sus “libritos piadosos” que contendrían, al menos, tanta teología como sus libros más científicos. Específicamente me aconsejó leer su libro “Angustia y salvación”, una colección de homilías del año 1946.

           Para Carta a las Iglesias quiero resumir ahora muy brevemente y con agradecimiento su vida y algunos contenidos de su pensamiento, recordando su gran aprecio por la Iglesia latinoamericana y su influjo sobre la teología de la liberación.

           Karl Rahner nació el 5 de marzo de 1904,  el segundo de siete hijos en Friburgo, en el sur oeste de Alemania. En 1922 entró en el noviciado de los jesuitas de Alemania del Sur, situado en esa época en Feldkirch, Austria. Después hizó sus estudios de filosofía en Pullach cerca de München. Su magisterio consistió en dar clases de latín en el juniorado de Feldkirch entre 1927 y 1929, donde contó entre sus alumnos a Alfred Delp de quién se hizo amigo y quien, poco antes del fin de la segunda guerra mundial, fue asesinado por los nazis.  Inició sus estudios de teología en 1929 en Valkenburg, Holanda. Se dedicó especialmente a la teología espiritual y a la historia de la piedad, a la mística patrística y al pensamiento de san Buenaventura. El 26 de julio 1932 fue ordenado sacerdote en München. Después hizo su tercera probación en Austria.

           Rahner fue destinado por sus superiores a enseñar historia de la filosofía, y por eso fue enviado en 1934 a su ciudad natal, Friburgo, para obtener el doctorado en filosofía. En Friburgo enseñaba Martin Heidegger, y Rahner logró participár en los seminarios del famoso filósofo. Heidegger ejerció una cierta influencia en Rahner, pero, como él mismo dijo, no tanto a nivel de contenidos, sino en el modo de pensar. Redactó su tesis filosófica sobre la metafisica del conocimiento finito en Tomás de Aquino, pero el director de tesis la rechazó. Sin embargo, publicó este trabajo en 1939 bajo el titulo «Espíritu en el mundo» que ha sido traducido a varias lenguas.

           En 1936 se trasladó a Innsbruck donde obtuvo el titulo de doctor en teología, y desde 1937 enseñó teología dogmática. En marzo de 1938 los nazis ocuparon Austria y suprimieron la facultad de teología. En octubre de ese mismo año decretaron también el cierre de la univesidad de los jesuitas y Rahner se trasladó a Viena donde pronunció conferencias y sigió escribiendo. Desde julio de 1944 hasta agosto de 1945 se hizo cargo de la pastoral en una pequeña aldea en Baja Baviera. Después enseñó teología en Pullach y en 1948 volvió a Innsbruck. Sus años en Innsbruck hasta 1965 fueron el período más creativo y fecundo de su vida. En 1954 salió el primer volumen de sus “Escritos teológicos”. Se habían planificado dos volúmenes, pero en 1983 ya se había publicado el volumen 16. En 1961 Rahner proyectó Sacra-mentum Mundi, un diccionario en cuatro volumenes de conceptos fundamentales de teología. Además quedó co-mo director responsable de una nueva edición del “Lexikon für Theologie und Kirche”, el diccionario más importante de teología y de la iglesia en el territorio de habla alemana.

           De 1958 hasta 1962 Rahner contó entre sus estudiantes en Innsbruck a Ignacio Ellacuría y un año más tarde a Segundo Montes entre otros jesuitas centroamericanos. Cuando me encontré con ellos en San Salvador, pocas semanas antes de su martirio, me preguntaron con mucho interés por sus antiguos profesores. Y no hay duda que Rahner fue el teólogo que tuvo más impacto sobre Ellacuría. (He intentado mostrar la influencia de Karl Rahner en la teología de Ignacio Ellacuría en dos articulos en los números 39 y 44 de la Revista Latinoamericana de Teología).

           Rahner fue no solamente un gran inovador de la teología sino que fue también crítico con el sistema de la iglesia oficial. De ahí que las dificultades con el Vaticano no se hicieron esperar. En los años 50 Rahner estaba bajo una censura previa romana. Pero en 1961 el papa Juan XXIII le nombró consultor de la comisión preparatoria del concilio para la disciplina de sacramentos y en 1962 perito del concilio. Rahner se comprometió con la apertura de la Iglesia al mundo moderno y promovió el restablecimiento del diaconado permanente.  Durante el concilio tuvo una cercanía especial con varios obispos de América Latina. En muchos documentos del concilio entraron directamente o indirectamente los contendios de su pensamiento. Incluso un adversario teológico de Rahner juzgó que era el hombre más poderoso del concilio.

           En 1965 se trasladó a München. Renunció a la dogmática y se pasó a la filosofía de la religión en calidad de sucesor del famoso Romano Guardini. El tema que Rahner trató en München fue el concepto de cristianismo, de donde salió más tarde su famoso « Curso fundamental sobre la fe”. De 1967 a 1971 fue catedrático de dogmática y de historia de los dogmas en la universidad de Münster en el norte de Alemania. Se jubiló en 1971 y volvió a München. Siguió con una actividad impresionante de viajero-conferenciante, miembro de varias asociaciones científicas y autor de un sin número de artículos y de libros. En 1981 regresó a Innsbruck donde murió después de una breve enfermedad el 30 de marzo 1984.

           Karl Rahner fue también un hombre de diálogo, especialmente con los no creyentes. Compartió con los marxistas las acusaciones contra la religión burguesa. Tuvo la convicción de que se había abusado de la religión -y no sólo en el siglo XIX- como consuelo en el más allá, y de que los señores y explotadores de todos los tiempos vendían su sistema como orden eterno querido por Dios. Pero, por supuesto, también mantuvo sus reservas críticas frente a la ideología marxista.

           Ya de edad avanzada, Rahner reflexionó mucho sobre cómo expresar  en forma concentrada lo ensencial del cristianismo, y para ello elaboró varias «fórmulas breves» de la fe. Una de ellas resume los contenidos centrales de su teología:

     «Ser cristiano significa orar a Dios, amarle, confiarse obedientemente a su incomprensibilidad y a la incomprensibilidad de su disposición, saber que hay una vida eterna que se prolonga después de la muerte, en la inmediatez de la visión de Dios. Toda esta relación a Dios está legitimada por Jesucristo, porque en atención a él, a su cruz y su resurrección, en atención a la unidad insuperablemente dada en él entre Dios y los hombres, podemos confiar en que mediante la gracia victoriosa de Dios, es posible coronar felizmente esta tarea de nuestra vida de aceptar a Dios mismo en su inmediatez. A partir de este momento, es evidente que estos hombres que se arriesgan a llegar a Dios por causa de Jesucristo forman una comunidad de fe a la que llamamos Iglesia, que esta comunidad de fe tiene una historia, una estructura social que obliga a cada individuo, con todo cuanto el cristiano normal sabe por medio de su Iglesia. Es también evidente que los cristianos y su Iglesia deben, por la fuerza del Espíritu Santo, comprometerse y trabajar en favor de la justicia, del amor y de la paz en un mundo que es tratado como creación de Dios».

           Con el abrirse de la Iglesia católica en el concilio Vaticano II al mundo universal, Rahner reconoció la necesidad de la apertura de la teología a otras culturas. Así, habló a menudo de un “legítimo pluralismo en la teología” y siguió, con un interés especial, el nacimiento de la teología de la liberación. En una entrevista, hizo la siguiente observación:

     “Si en América Latina nace una teología que proviene más de la experiencia de la comunidad, de la base de la Iglesia, de las tareas socio-políticas de la Iglesia, solamente puedo alegrarme”. Asimismo dijo: “La teología de la liberación nos ha abierto los ojos a la injusticia estructural. Cosa que no aparecía antes en nuestros libros de moral y que es importantísima ».

Rahner quedó muy impactado por el martirio de Monseñor Romero, y varias veces habló de su testimonio de sangre : «Oscar Romero predica de tal manera que al final le matan, ese obispo habría de ser alabado y honrado más de lo que en realidad se hizo ». En uno de sus últimos textos propuso una ampliación del concepto tradicional del martirio. Mártir es, en este sentido, también quien muere « luchando activamente por la fe cristiana y sus exigencias morales, incluso con respecto a la sociedad”. Un ejemplo concreto fue la muerte martirial de Monseñor Romero: “¿Por qué no habría de ser mártir un monseñor Romero, por ejemplo, caído en la lucha por la justicia social, en una lucha que hizo desde sus más profundas convicciones cristianas?”.

           Rahner salió a la defensa de la teología de la liberación cuando ésta cayó en sospecha y fue atacada tanto en América Latina como en Roma. Pocos días antes de morir, escribió una carta al cardenal Juan Landázuri Ricketts, de Lima, en la que defendió la ortodoxia de la teología de Gustavo Gutiérrez y de los plantamientos principales de la teología de la liberación. En esta carta dice con mucho enfásis que la voz de los pobres debe ser escuchada en la teología. Con eso y con toda su obra immensa nos deja un reto para la teología y la Iglesia en el siglo XXI.

           Gracias por su vida y su testimonio.

 

Martin Maier SJ

 

Por medio del presente trabajo, desearíamos contribuir al homenaje de un Karl  Rahner mayor que él mismo, ya que su influjo nos alcanzó, más que a través de sus contactos personales, cuando estudiábamos teología en el extranjero, a través del movimiento teológico que impulsó y que había de culminar en el Vaticano II. Este Rahner más grande incluye a los compañeros de estudio de entonces, cuya conversación fue convirtiendo nuestra visión del mundo de una época a la otra y nos hizo preocuparnos por temas, como el de la fe, que aquí abordaremos desde una disciplina fronteriza: la antropología.

(La conversión desde la antropología política por Ricardo Falla. Homenaje a Karl Rahner 1974)

 

 

 

 

 

 

Noticias

 

           Jesuitas de la Civiltà Cattolica, Roma: el terrorismo es reforzado por los errores de Bush. El peligro grave del terrorismo debe ser combatido con armas apropiadas -sobre todo con inteligencia-,  pero hasta ahora se ha visto reforzado por los errores cometidos por Bush que con sus guerras preventivas ha abierto un surco profundo entre el mundo islámico y el Occidente. Es lo que dice el editorial del último número de «Civiltà cattolica», la revista de los jesuitas italianos supervisada en el Vaticano antes de su publicación. Afirma que es posible conseguir la victoria sobre el terrorismo, aunque la lucha sea larga, siempre y cuando no se sigan repitiendo los errores cometidos por los países más poderosos  y ricos de Occidente. El error más grave ha sido la guerra contra Iraq al margen de toda norma internacional, dando la impresión de que Occidente quiere exportar la democracia por la fuerza a los países musulmanes, ocultando en realidad la intención de un proyecto neocolonial para explotar los recursos petrolíferos del Oriente Medio.

           Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos aceptan tratar el cierre de La Escuela de las Américas. Esta escuela es criticada por pacifistas y religiosos como centro de adiestramiento de torturadores en América Latina. La presión de SOA Watch (vigilancia de la Escuela de las Américas) ha recibido una carta oficial de la cúpula de las Fuerzas Armadas con la propuesta de un encuentro para tratar sobre el futuro de Fort Benning en Georgia.

           La SOA Watch está dispuesta al diálogo, que podría tener lugar a mediados de marzo en el ámbito de las manifestaciones de protesta y de sensibilización cerca del Congreso en Washington. “Pero antes del encuentro queremos aclarar nuestra posición»: exigir el «cierre inmediato» del centro militar, cuya presencia «es un mensaje claro en contra de los derechos humanos del pueblo latinoamericano”. En segundo lugar, “que nuestro gobierno pida perdón públicamente por las víctimas», habida cuenta del papel desempeñado «en los sufrimientos y muerte infligidos a decenas de miles de inocentes». Por último, se exige el pago de una “reparación» en  base a un informe de Amnistía Internacional que muestra el papel de torturadores de disidentes políticos que han desempeñado decenas de altos oficiales latinoamericanos egresados de la Escuela.

           27 manifestantes condenados a prisión. Al mismo tiempo, un comunicado del SOA-Watch afirma que tres jesuitas, Ben Jiménez, Joseph Mulligan, Mike O’Grady, y Cynthia Brinkman, de las Hermanas Escolásticas de Notre Dame, están entre los 27 condenados a penas de prisión -de hasta 6 meses- por haber violado en noviembre el área  de la Escuela de Fort Benning. Entre los otros condenados hay también madres y padres de familia, un sacerdote diocesano, un pastor protestante y una abogada del movimiento de los Cuáqueros.

           En un comunicado, SOA-Watch señala que en los últimos diez años las marchas de protesta de noviembre han llevado a la cárcel a 190 activistas de la organización, y actualmente son 47 las personas que todavía están en la cárcel por haber protestado. Por su parte, el P. Bourgeois ha declarado que «hoy, los que hablan de justicia son perseguidos, mientras los tor-turadores y asesinos adiestrados en el centro militar actúan con total impunidad».

           El Vaticano acusa a las firmas farmacéuticas de “genocidio” por no rebajar las medicinas del sida. El Vaticano atacó el 29 de enero con  dureza y sin medias tintas a las multinacionales farmacéuticas, a las que acusó de “genocidio” por no bajar los precios de las medicinas contra el sida en África. “En Europa y América del Norte la enfermedad es cada vez menos mortal y cada vez más crónica, mientras en Kenia, por ejemplo, mueren 400 personas al día. ¿Por qué está diferencia? Por la acción de genocidio de los carteles farmacéuticos, que se niegan a bajar los precios en África, a pesar que sus beneficios en 2002 fueron de 517 millones de dólares”. Esta fue la rotunda acusación formulada ayer en la sala de prensa de la Santa Sede por el médico y misionero jesuita Angelo D’Agostino, que trabaja en Kenia.

     Este vehemente testimonio de alguien que trabaja sobre el terreno endureció la presentación del mensaje de cuaresma de Juan Pablo II dedicado a la defensa de la infancia que hasta entonces había transcurrido de forma más diplomática. Antes, con idéntico talante de denuncia, el presidente del consejo pontificio Cor Unum, dedicado a las obras de caridad del Papa, ofreció datos escalofriantes: hay en el mundo más de  2.5 millones de niños enfermos de sida y el año pasado murió uno de cada cinco. “Estos niños mueren porque no tienen medicinas”, acusó monseñor Paul Joseph Cordes. “Hace falta una gran presión pública para convencer a las casas farmacéuticas de que bajen sus precios”.

     Los niños africanos son víctimas del sida por partida doble, porque muchos de ellos pierden a sus padres por la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, sólo en África, el sida ha dejado huérfanos a unos 11 millones de niños. Una cifra que a finales de esta década puede subir hasta los 30 millones, según estudios citados ayer por el Vaticano. Algunas empresas han acusado al Vaticano de simplificar el problema, y otros le han recordado que no aprueba el uso del preservativo, con lo que disminuiría el sida. Pero la denuncia vaticana es certera y sigue en pie.

           Hace dos años estalló el problema cuando se supo que tratar a un enfermo de sida en Río de Janeiro cuesta veinte veces menos que en España. La terapia para un ciudadano brasileño le cuesta a su gobierno unos 350 dólares al año, mientras que en España le cuesta unos 7,000 dólares. De Brasil ha venido un principio de salvación para convivir con el sida, pero las grandes empresas mundiales no lo aceptan porque eso significa abaratar los medicamentos y disminuir notablemente sus beneficios.

 

           El obispo congoleño, Sikuli, amenazado de muerte. La región donde está situada la diócesis del obispo Melchisédech Sikuli, en el Congo, habitada por los Nande, es una tierra muy fértil y muy rica en materias primas, por eso los invasores rwandeses-ugandeses, con la complicidad de los congoleños que los apoyan (rebeldes), ocuparon militarmente la región y se niegan a abandonarla para continuar el lucrativo negocio de las riquezas, en complicidad con las multinacionales. Esta población  ha sufrido sistemáticamente amenazas, vejaciones, asaltos, desplazamientos forzosos e incluso matanzas de poblados por defender su tierra.

           Además de la estrategia político-militar, los tutsis en el poder han planificado una “parroquia política” con la connivencia de alguna jerarquía de la diócesis de Goma para encubrir el objetivo de favorecer la infiltración de los invasores en este territorio y eliminar al  obispo Sikuli. Se ha programado fundar la parroquia en la ciudad de Kanyabayonga, que está dividida eclesiásticamente en dos diócesis: una pertenece a Goma y la otra a Butembo, donde es obispo Sikuli. Se pretende dotarla de abundantes fondos económicos para ayudar a proyectos de desarrollo y favorecer así la mezcla de población local e invasora lo que facilitaría la realización de su estrategia. El plan se elaboró en una reunión celebrada en Goma el 20 de junio de 2003 entre los cabecillas de los rebeldes de Goma y representantes del mando militar rwandés.

           Monseñor Sikuli, es un defensor incondicional de los desplazados y de las gentes del lugar y denuncia públicamente y sin ningún miedo la situación de violencia y terror que imponen los invasores y los rebeldes. Asesinarlo facilita el dominio de  estas tierras y sus riquezas. El obispo Sikuli sigue la trayectoria profética del obispo mártir Munzihirwa y de su sucesor, el obispo Kataliko, encarcelado durante meses y muerto poco después. Sikuli fue amigo de ambos. También en Africa, como en América Latina, hay una generación de obispos que se parecen a Jesús.

 

 

 

 

 

 

Al servicio del pueblo

           El pasado sábado 24 de enero, en la Capilla Cristo Liberador de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, recibieron el ministerio del diaconado dos escolares jesuitas, que han estudiado teología durante cuatro años en la UCA. Son  Tomás Jesús Cacho Álvarez, garífuna hondureño, y Elías Andrés Cornejo Rodríguez, panameño. Nos han enviado sus reflexiones sobre lo que para ellos significó ese día. Las reproducimos a continuación en sus propias palabras, sencillas y sinceras, porque expresan también lo que muchos otros varones y mujeres siguen haciendo al consagrarse al seguimiento de Jesús y el servicio del pueblo. Y es bueno ver cómo en esos momentos importantes de sus vidas recuerdan a quienes les precedieron, sobre todo a los mártires, en este caso al protomártir salvadoreño, el P. Rutilio grande, S.J., cuyo XXVII Aniversario recordaremos el 12 de marzo. He aquí su testimonio.

 

           “El sentido de cuerpo”. Uno de los aspectos que más nos impresionó de la celebración fue la presencia de un nutrido grupo de jesuitas de las comunidades en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá. Se sumaron a elloos un grupo de jesuítas de otras provincias de la Compañía de Jesús en América Latina que celebraban el encuentro de  coordinadores de parroquias jesuitas. No nos sentíamos solos. Sentimos que era real el deseo de san Ignacio de formar un“cuerpo apostólico”. Venimos, pues,  de una tradición de muchos siglos, que ahora nos toca y queremos empujar hacia adelante con muchos otros compañeros.

 

           “En unidad eclesial”. La ceremonia fue presidida por Monseñor Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de la Diócesis. Sus palabras nos llenaron de ánimo y cercanía. Comenzó con la composición de lugar -como hace San Ignacio en las meditaciones de los Ejercicios Espirituales-, recodándonos  dónde tenía lugar la ceremonia: en una capilla con tumbas de mártires y con la figura de Monseñor Romero presidiéndolo todo. La capilla expresaba la esencia misma y el ideal del ministerio que íbamos a recibir. Nosotros dábamos por supuesto que nos íbamos a ordenar en esa capilla, pero hay que reconocer que es un verdadero privilegio. Monseñor Rosa, estuvo ameno y cercano, atento siempre e indicando con leves gestos  a los nerviosos candidatos lo que tenían que hacer en las diversas partes del rito. En este tipo de celebraciones Monseñor Rosa siempre nos recuerda a los jesuitas -con humor e ironía- que la liturgia no es lo nuestro.

 

           “Con el calor del pueblo”. Teníamos miedo de que la capilla se quedase pequeña y así fue. La cantidad de gente que llegó desbordó el espacio, pero eso dio un ambiente especial a la celebración. Estaba allí gente del pueblo, venido de muchas partes, San José Verapaz, Teocinte, Arcatao, Nueva Trinidad, Jayaque, lugares donde habíamos realizado nuestros trabajos pastorales. El calor del pueblo “abrasó” a todos y todas, y al mismo tiempo se convirtió en un  “abrazo” consagratorio de acogida y envío para los nuevos diáconos. Las estolas -signo de servicio- fueron impuestas a Tomás por su mamá y hermana, y a Elías por  Doña Margarita y Doña Argelia, quienes colaboran en las comunidades de los estudiantes de  teología de San Salvador. El coro de la Parroquia San Cristóbal de Jayaque puso la música y generó un ambiente, a la vez solemne y festivo.

 

           “Con sentido de memorial”.Uno de los momentos que más nos impactó, y que conmovió a muchos, fue el ofertorio. Allí se presentaron símbolos de los mártires de la UCA, reliquias de Rutilio Grande, dos estolas confeccionadas por las mujeres de Arcatao y símbolos agrícolas, café, frutas, frijoles, maíz de nuestra tierra centroamericana. Así se hizo presente la fuerza de nuestros hermanos que nos han precedido en el camino con su sufrimiento y, muchas veces, con su martirio, pero por encima de todo se hizo presente su esperanza. Fue un  momento sencillo, sin grandes discursos. La palabra no era neceraria pues quedaba pronunciada en la entrega de la propia vida y el trabajo.

 

           “Al servicio del pueblo”. Al finalizar la ceremonia pidieron que dijésemos algunas palabras. A ambos se nos ocurrió lo mismo: centramos en la frase que habíamos escogido para la tarjeta de invitación: “si estamos aquí trepados, es por ustedes”. Estas son palabras de la homilía de Rutilio Grande, en Apopa el 13 de febrero de 1977, un mes antes de que muriera asesinado. “Es el servicio el que da sentido a la propia entrega”, dijo Tomás con voz firme, pero ello implica “responsabilidad también de la comunidad”. Elías, algo emocionado y en palabras entrecortadas, atinó a decir que no se puede olvidar a quienes queremos servir. Este es “el amor primero”. Y recordó también que en estos pueblos de Centro América “Dios ha pasado por la vida de tantos hombres y mujeres”, parafraseando la conocida frase de Ellacuría sobre Monseñor Romero.

 

           “Un signo del reino: el banquete”. Una vez finalizada la ceremonia, y  tomadas las debidas fotos “oficiales”, las comunidades, los sacerdotes y las familias, nos encaminamos hacia la cafetería de la Universidad, en donde se nos brindó un suculento almuerzo. De nuevo nos vino a la mente Rutilio y sus inolvidables palabras. Deseábamos que ese almuerzo fuese un signo de lo que esperamos que será el verdadero banquete: que “cada cual con su taburete tenga un puesto y una misión”, y que a nadie le “falte el con qué”.

 

           “Gracias”. Empezamos nerviosos nuestra fiesta de la esperanza, pero  terminamos contentos y agradecidos. Sólo nos queda agradecer muy sinceramente a nuestras familias, a la Compañía de Jesús, a la teología de la UCA y a las comunidades cristianas que acompañaron y fueron testigos de este compromiso de fe y amor. Estamos seguros que nos ayudarán en nuestro camino.

 

Tomás y Elías

 

 

 

 

La Eucaristía, Rutilio Grande

 

           La vivencia exterior de nuestra fe pasa en la Iglesia por la Eucaristía. Desde los comienzos de la Iglesia primitiva es la quintaesencia de nuestra fe comprometida como servicio al mundo. Es la celebración de la muerte y la resurrección del Señor.

           No es tomar un pan como se toma un marquesote. Es un proceso que viene de la vida, atraviesa por estos signos exteriores y va a la vida.

           Es un proceso que no se detiene aquí entre nosotros. Tan eucaristía es esto como la vida del cantón, como la vida en el trabajo en la tienda, como la lucha por los derechos humanos allí en el caminar de la parroquia. Tan eucaristía es esto como la organización bien llevada.

           Pero los valores se vivencian y se manifiestan aquí sin ninguna vergüenza. Se proclaman los valores del Reino al levantar la copa y al  levantar el pan de Alguien que en el seguimiento de esos valores quedó triturado.

           Así, mis amigos, yo les digo que esto será el distintivo de aquellos que se vayan comprometiendo. Haber entendido la esencia de la eucaristía como quintaesencia de los valores cristianos: la vida, la muerte, la resurrección del Señor. Es decir, ese cambio profundo de morir a uno mismo y hacer salir lo nuevo que transforma la humanidad.

           Consecuencia, amigos: nunca hemos dicho aquí: «no hace falta rezar»; sí hemos dicho: «no basta rezar». Y así hemos dicho de la eucaristía.

           No basta con venir aquí con ritos carentes de sentido, como si fuera a tomar un marquesote en la boca y salir por ahí a rezar la Magnífica para encontrar un buey. Eso es detestable, es una caricatura de la religión.

           La vida es Eucaristía. Hemos dicho que todo eso está vinculando el Evangelio a la vida.

Homilía en la Fiesta del maíz, Aguilares, 15 de agosto de 1976

 

 

 

 

 

 

 

Recuerdo de Nelson Rutilio Lemus y de Manuel Solórzano

Mártires de Aguilares

 

En la portada aparece Rutilio Grande para recordar a los mártires de marzo. En la contraportada queremos recordar a los dos acompañantes que fueron asesinados con él. Como suele ocurrir, no hemos podido encontrar fotos de ellos y por eso sólo podemos reproducir un poster. Pero más importante es la palabra de alguien que les conoció.

 

           Recuerdo bien la tarde del 12 de marzo de 1977 donde encontramos tres personas asesinadas camino al Paisnal, Aguilares. El padre Rutilio, conocido como el padre Tilo que había sembrado dignidad en los corazones de los campesinos que acudían a la parroquia. Fruto de la dignidad se había dado la esperanza y una flor muy hermosa: el servicio a los demás.

           Junto a él estaba un joven, otro Tilo, y un viejo, don Memo, que había intentado abrazar al padre Tilo para protegerlo. Ambos mostraban que en cualquier edad se puede encontrar a Dios y a los amigos. Cayeron simplemente porque acompañaban al padre.

           En ese acompañamiento nos enseñaban muchas cosas. La verdadera defensa que uno tiene en la vida es el cariño de la gente. El cabal cuido de la vida es la acogida de la gente pobre. La franca fidelidad en el amor es la ternura de las personas sencillas. La certera solidaridad en el compromiso cristiano es la bondad de los que sufren por el evangelio.

           En el camino quieren detener, con la violencia, a las personas que sirven a la comunidad. La muerte parece victoriosa y sólo nos queda el lloro. Pero lo que olvidaron los que mataron es que esas lágrimas alimentan el corazón y le dan un nuevo fuego, un nuevo canto: el amor es más fuerte que la muerte.

           El polvo del camino parece escribir el olvido en tres cruces que están camino al Paisnal. Pero con la lluvia de la celebración nos cuentan que las semillas sólo descansan un rato mientras se preparaban para abrirse en flor y regalar la fiesta. Hoy nuestra celebración no es para recordar difuntos sino para mirar en el horizonte a Nelson, Manuel y el P. Tilo que nos preparan la mesa del banquete, colocan los taburetes y reparten el con qué. Gracias por el sosiego y la fortaleza que nos regalan. Hoy camino al Paisnal no se pierde la vida.

 

Padre Eduardo Valdés