Los docentes y estudiantes del Departamento de Letras tenemos un enorme deseo de impulsar el quehacer artístico y literario en nuestro medio. Por eso hemos planificado las siguientes actividades: […] Publicar quincenalmente el boletín “Taller de Letras” que recoja primordialmente lo expuesto en los “Mediodías culturales” y algún otro material inédito de docentes y alumnos de letras.
Queremos operar como un verdadero taller; es decir, queremos darle una gran importancia a la calidad de las muestras y esto no por el prurito de aparecer después en las antologías, sino por el respeto al pueblo del cual queremos ser los portavoces. Ha costado tanta sangre, se le ha ido tanta vida a nuestro pueblo que es una exigencia para el literato el dar con la palabra exacta, con la imagen precisa que recoja todo el dolor y toda la angustia de un colectivo en guerra.”
(Tomado del Boletín Taller de Letras número 1, junio de 1982).
“Con este número 103 del Taller de Letras iniciamos el quinto año de publicación continua. Han sido cuatro los años en que hemos estado saliendo quincenalmente (o mensualmente, en el caso de los números dobles) y ya es tiempo de que hagamos un pequeño balance de nuestra situación.
Nos sentimos enormemente satisfechos por la presencia que ahora tiene el Taller. Quizás no está todo lo difundido que quisiéramos: hay muy pocas suscripciones y todavía no llega a todos los colegios. Pero hemos comprobado que en los medios literarios se le busca, se le cita y hasta se le critica. Además, creemos que hemos logrado un nivel más que aceptable en la calidad de los materiales y textos que presentamos.
Iniciamos, pues, una nueva época. La cuesta arriba ya ha pasado. Hemos visto que sí hay suficiente material para nutrir una publicación continuada. Los trabajos de los alumnos de letras y de otros departamentos, las colaboraciones de catedráticos de esta y otras universidades, y aun los trabajos inéditos de varios escritores, dan un respaldo suficiente a esa continuidad. Todo –creemos- está en saberlo canalizar y potenciar. Esperamos, pues, seguir con la buena fortuna como hasta ahora.Pero hay también un elemento que nos anima y nos empuja a seguir en el empeño. Nuestra realidad nacional pese a ser una realidad conflictiva, crítica y enormemente trágica, es muy rica en expresiones humanas de todo tipo. Es cierto que campea la mediocridad, la venalidad, la mímesis y la esterotipia sobre todo en las expresiones artísticas o literarias, pero también es cierto que por estarse jugando el destino de todo un pueblo, el pensamiento, la reflexión y aun la creación artística que intente aprehender esa realidad, están siendo exigidos de ser cada vez más rigurosos y más ricos en su material expresivo. Si no, la historia nos deja y no quedará nadie que dé cuenta de por dónde iba el camino. Esperamos recoger con fidelidad esas expresiones nuevas, prenuncios de la nueva sociedad.”
(Tomado de la Revista Taller de Letras número 103, marzo de 1986).