Conocí al padre Montes cuando yo era parte del consejo parroquial de la iglesia de la colonia Quezaltepeque, donde él era párroco. Yo creo que todos aprendimos a trabajar con él de una manera muy responsable y entregada porque era un hombre muy exigente: nos exigía como si fuéramos empleados asalariados con temor a ser despedidos. No le gustaban los pleitos y era enérgico para resolver los problemas. Aprendimos a trabajar así, esa era su mística.
Otra cosa que lo caracterizaba mucho era la alegría; le encantaba celebrar su cumpleaños. Hasta lo anunciaba en la misa con bastante tiempo de anticipación. Decía: “Ya se acerca mi cumpleaños”. Y siempre de la comunidad le hacíamos ese día una comida especial y le partíamos un pastel, pero siempre terminábamos con algunas frustraciones porque él a toda la gente que veía ese día o que iba pasando fuera de la iglesia los invitaba a llegar a la celebración, y nosotros bien preocupados que no nos iba a alcanzar la comida. Siempre fue un hombre alegre y entregado. Recuerdo que cuando iba a visitar a los refugiados de Colomoncagua [Honduras] nos pedía prestadas cosas de la comunidad. Una vez nos pidió un megáfono, pues iba a tener un evento grande. Cuando regresó, nos dijo: “Miren, les mandan a dar las gracias por el regalo”. Así que cada vez que nos pedía algo prestado de la parroquia ya sabíamos que eso no iba a regresar, porque era para la comunidad de Colomoncagua y nos tocaba compartir. Él nos enseñó a ser generosos y a compartir de nuestra pobreza.
El padre Segundo Montes era también una persona muy sencilla. Él iba a un cantón y le daba lo mismo comer sentado en el suelo, sin tenedor y sin plato, con hoja de huerta y con la mano. De hecho, tenemos una fotografía en donde sale sentado en una piedra comiendo con la mano y con un chucho a la par. Nunca le gustó el lujo y lo ostentoso. Era muy humilde. Le gustaban las cosas sobrias, sencillas. Era muy agradecido. Por cosas como esas nosotros lo seguimos recordando y amando.
Maritza de Hernández, subdirectora del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA).