En homenaje póstumo, el presidente de la República, Mauricio Funes, otorgó a los seis sacerdotes jesuitas mártires la Orden José Matías Delgado en el grado de Gran Cruz Placa de Oro, el mayor reconocimiento que concede el país.
Las medallas fueron entregadas a familiares, amigos o compañeros jesuitas de cada uno de los sacerdotes. Así, en representación de Ignacio Ellacuría recibió el reconocimiento Juan Antonio Ellacuría, hermano del ex rector; por Ignacio Martín-Baró, el P. Mauricio Gaborit, jefe del Departamento de Psicología de la UCA; por Segundo Montes, su hermana Catalina Montes; por Joaquín López y López, el hermano Melvin Otero, director de Fe y Alegría; por Amando López, el P. Jon Sobrino, director del Centro Monseñor Romero; y por Juan Ramón Moreno, el provincial de la Compañía de Jesús en Centroamérica, P. Jesús Sariego.
Durante el acto, realizado en Casa Presidencial, el P. José María Tojeira, rector de la Universidad, destacó que “es la primera vez que un Gobierno de nuestro país reconoce pública y oficialmente el valor, la dignidad y los servicios que este grupo de académicos y hombres de fe prestaron a El Salvador”. Y recordó que los mártires fueron “hombres generosos que en épocas trágicas de convulsión social pusieron su recio pensamiento y su generosidad al servicio de la paz con justicia en nuestras tierras”.
El Rector también agradeció y destacó el gesto del Gobierno: “Nos parece fundamental para el desarrollo humano de El Salvador que el Estado dé estas señales simbólicas de reconocimiento. La sociedad civil ha hecho ya lo propio, anticipándose con mucho a las actividades estatales y, por supuesto, continuará haciéndolo”.
Por su parte, el presidente Mauricio Funes explicó que el acto “significa (…) retirar un velo espeso de oscuridad y mentiras para dejar entrar la luz de la justicia y la verdad”. Además, lo describió como un homenaje realizado “con el corazón y desde el convencimiento profundo de que ayudará a sanar heridas que llevan demasiado tiempo abiertas”. De acuerdo al mandatario, “no es posible entender nuestro país y conocernos como comunidad si no conocemos el pasado común, nuestros héroes y nuestros mártires, sus dolores y alegrías, sus luchas encarnizadas y, sobre todo, en este caso, su aporte extraordinario al país”.
Durante la ceremonia, se contó con la participación artística de una de las comunidades del municipio de Jayaque, en la que por muchos años Ignacio Martín-Baró realizó trabajo social y pastoral.
Cuando las voces humildes y sencillas de los pobladores de Jayaque resonaron entre las paredes de Casa Presidencial, quedó en evidencia que los mártires habían recibido ya, veinte años atrás, el reconocimiento “oficial” del pueblo salvadoreño, confirmando de esta manera las palabras de Ignacio Ellacuría, que también fueron recordadas por el presidente Funes en su intervención: “No hay retroceso cuando se ponen las manos en el arado del pueblo”.
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Es una bendición de Dios el premio que se ha recibido, benditos sean los mártires y los padres jesuitas. ¡Viva El Salvador!
José David Melara
Leer estas páginas y repensar lo ocurrido en el Salvador es estos días, es una palabra de esperanza.
Lo han hecho posible viviendo 20 años abiertos al perdón y al trabajo por construir el bien, codo a codo con todo salvadoreño de buena voluntad. El perdón es fructífero, por eso hoy, incluso fuera de El Salvador podemos, junto a ustedes, hacer nuestra esa esperanza.
Sonia Ramos
Buen inicio para repensar lo acaecido en la guerra; ahora, lo que debemos esperar es la petición de perdón por parte del Estado salvadoreño de todos los crímenes cometidos con motivo de la guerra. Esto se vuelve necesario para fortalecer el músculo moral del pueblo salvadoreño, reivindicar la dignidad de las victimas, y sembrar un precedente para las generaciones venideras... Con miras a establecer un Estado verdaderamente garante de los derechos humanos. … Al fin, señales de luz al final de este oscuro túnel…
Eduardo Escobar
Que DIOS Bendiga a El Salvador, Que a partir del 16-11-2009 y por la sangre de los mártires, que sea un Oasis de PAZ y AMOR.
Maria Karina Hanania Benidor
Viva la Democracia!! Viva El Salvador!!
Michel Georges Haddad Salume
tenían que pasar veinte años, habia que tener otra filosofia en el gobierno... tenían que morir tantos para que esto pasara.
no murieron, se volvieron eternos y en esa eternidad somos nosotros los llamados a seguir con la obra que ellos iniciaron.
viva El Pueblo salvadoreño, vivan los Jesuitas martires y esas dos valientes mujeres caidas con ellos muchas veces ignoradas y asaltadas en su dignidad por aquellos que decimos creer en la justicia e injustamente las opacamos a ellas en esa realidad de martir con los demás compañeros. viva el FMLN.
esta es la mejor muestra de que se puede cambiar el mundo por uno más justo... el frente le da una gran lección a la derecha capitalista-imperialista de que en el mundo vivimos todos...
Honduras reconstruye su dignidad y ustedes son nuestro ejemplo...
viva la dignidad latinoamericana
Héctor E. Flores
Felicidades por ese reconocimiento del gobierno de su país, no por tardío menos esperado. Pero felicidades sobre todo a aquellos por quienes ustedes lucharon, pues este premio es un signo -para ustedes y para el mundo entero- de que su lucha no fue en vano.
Como cristianos sabemos que, en cualquier caso, nunca habría sido en vano. Ahora solamente falta un reconocimiento del que ustedes en realidad no necesitan. Y, a decir verdad, nosotros tampoco.
María Ángeles Navarro Girón
Me ha emocionado el testimonio de un gobierno hermano, al reconocer lo que el pueblo (salvadoreño, latinoamericano y comprometido a nivel mundial) sabía desde hace años: la sangre derramada por los mártires germina, el pueblo los abraza y nosotros debemos ser agentes de transformación, como lo preconizaron Ellacuría, sus hermanos jesuitas y sus colaboradoras.
Sonia Elizabeth Fernández Orozco
Estimados compañeros de la UCA:
Enhorabuena por el reconocimiento. Alguien ya dijo alguna vez que más vale arde que nunca.
Leí esta crónica en el diario El Mundo de España, y creo que merece la pena. Les dejo el link.
http://www.elmundo.es/america/2009/11/17/noticias/1258422327.html.
Un abrazo.
Alfredo Segurola
La semilla de los mártires de la UCA, no quedó solo en el Salvador. Su ejemplo, su honestidad, su saber ,su generosidad y tantas y tantas virtudes dieron sus frutos en el mundo de la Cultura, las Universidades, las personas de toda cultura, raza y religión.Quien tiene el honor de visitar o trabajar en esa Universidad, siente su compromiso con la humanidad, con la paz y la concordia entre todos los seres humanos.Y sobre todo siente que la Cultura es , o debe ser, la mejor de las armas para conseguir esa convivencia pacífica.Rosalia Aranda. Universidad Autónoma de Madrid. (España)
Rosalia Aranda